Grecia, la última conquista argentina

Algunos de los pioneros, en la década del 70, fueron Alberto Poletti, Miguel Nicolau y Rubén Peña, que con el apodo Loco respondía al estereotipo del clásico puntero. En Grecia, cuna de la civilización occidental, ellos fueron los primeros en abrir un nuevo mercado futbolístico para los argentinos. Poco después, durante la década del 80, Juan Ramón Rocha se transformó en un emblema de Panathinaikos, equipo con el que conquistó dos ligas y cinco copas. En esa época estaba acompañado por Roque Alfaro y Roberto Aguerópolis. A la adaptación futbolística, Rocha le sumó una plena integración a la vida griega. Se radicó definitivamente en Atenas, desde donde hoy sigue difundiendo las bondades del lugar: "Grecia es el país más hermoso del mundo por el clima, la cercanía con el mar, sus hermosas playas, el alto estándar de vida", comentó en conversación telefónica con LA NACION.

Lo que hasta hace unos años era un destino exótico para el futbolista argentino, cuya presencia se contaba con los dedos de una mano, últimamente se transformó en una tierra que alberga lo que ya es, por su número, una colonia de jugadores de nuestro país. En primera división hay 35 argentinos, una cantidad que, en Europa, sólo es superada por los 40 que participan en la Liga de España. En la segunda división griega se contabilizan 13 argentinos y hay varias decenas más en las categorías inferiores. De todas maneras, como ocurre en tantos otros países, la legión celeste y blanca es menor a la brasileña.

Hablar de Grecia en términos de nivel competitivo provoca contrapuntos. Por un lado, su liga está entre el segundo y tercer orden de Europa, pero su selección defenderá dentro un semestre el título de la Eurocopa (nada menos) que obtuvo hace cuatro años en Portugal.

¿A qué se debe la masiva emigración argentina? "Acá gusta mucho el jugador argentino porque se brinda y no da problemas. Está muy bien conceptuado", explicó Rocha.

Ezequiel González, volante que pasó por Rosario Central, Boca e integra Panathinaikos desde hace cuatro años, acaba de reaparecer tras 14 meses de inactividad por una doble operación de los ligamentos en una rodilla. Conocedor del medio, González expresó: "Les gusta la mentalidad y la rápida adaptación del futbolista argentino". Coincide con Rocha en que Grecia "es un país hermoso para vivir". Y agregó: "Hace dos años pensaba en irme a España o Italia, pero preferí quedarme acá".

Periódicamente, los contactos y la habilidad para negociar de intermediarios y representantes valen más que las condiciones del jugador para conquistar un mercado. González está seguro de que el de Grecia no es el caso: "Acá, el mérito es del futbolista argentino, no de los intermediarios. En junio pasado, dirigentes de los tres equipos más importantes, Olympiacos, Panathinaikos y AEK, fueron a la Argentina a observar jugadores para hacer contrataciones".

Económicamente, Grecia también es tentadora. Extraoficialmente se supo que, de los futboliostas de nuestro país, González y el recién llegado Belluschi firmaron los contratos más altos, con 1.300.000 euros libres por año. Sebastián Romero, ex Racing, cobra 600.000. González estableció una distinción: "Los tres clubes más grandes están muy bien económicamente y son muy cumplidores. Además, tienen una estructura e instalaciones que están entre las mejores de Europa. Después hay otra franja de cuatro o cinco clubes que son confiables. El resto ya no es tan serio. Hay mucho descontrol. Conozco argentinos, algunos de la segunda división, que tienen problemas para cobrar".

Los clubes tienen dueños. Algunos, económicamente muy poderosos. Panathinaikos lo controla desde hace 28 años una familia que posee la refinería de petróleo más grande de Grecia (Motor Oil), además de una flota mercante, dos canales de televisión y una emisora de radio. El propietario de Olympiacos tiene la compañía de telefonía celular Vodafone. AEK estaba a punto de ir a la quiebra, pero lo rescataron entre un empresario y un ex jugador, Demis Nikolaidis, ídolo de la hinchada.

Belluschi, uno de los últimos en llegar, es el argentino de más renombre y potencial. Con el volante rosarino, Olympiacos se ilusiona con dar el gran golpe y eliminar a Chelsea en los octavos de final de la Liga de Campeones. Ya tomó envión en el grupo clasificatorio, al igualar el primer puesto con Real Madrid y eliminar a Lazio y Werder Bremen. Olympiacos sólo una vez (1999) alcanzó los cuartos de final de la competencia de clubes más importante del Viejo Continente. En el club que hasta hace una temporada jugó Rivaldo (ahora en el AEK, ya en el crepúsculo de su carrera) se encuentra lo más selecto de la brigada argentina, con Belluschi, Galletti, Cristian Ledesma, Leonel Núñez y Archubi.

El nivel de juego general no llena los ojos. Así lo describió Rocha: "Los equipos son duros, se cierran mucho atrás y los partidos salen trabados. Son parecidos a los de la B Nacional. No hay que olvidarse que Grecia fue campeón de la Eurocopa con ese estilo".

Ismael Blanco (ex Colón y Olimpo), con 11 goles, está a dos del máximo anotador, el experimenado Darko Kovacevic. Rocha destacó el rendimiento de Lucio Filomeno, ex Nueva Chicago, con 7 tantos: "Está en un equipo chico [Asteras Tripoli], en el que no tiene tantas situaciones de gol, y él las aprovecha casi todas".

Por estas horas, la cantidad de argentinos llega a 35, cifra que se incrementó en la última semana con las llegadas de Belluschi, Damonte, Pavoni y Penco. De la presencia argentina testimonial de hace menos de 40 años se pasó al aluvión de esta temporada.

• Empate en el clásico y goles de Bustos Montoya
  
  Con el empate en un gol, Olympiacos y Panathinaikos protagonizaron el partido más importante de la 16a fecha del campeonato griego de fútbol. Para Olympiacos jugó Luciano Galletti, mientras que la nueva estrella, Fernando Belluschi, no ingresó. En tanto, el argentino Eduardo Bustos Montoya anotó los dos goles con los que su equipo, Levadiakos, venció a Atromitos por 2 a 1. AEK Atenas es el líder del certamen, con 36 puntos.