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Una de las claves, en la previa del partido, estaba centrada en las pelotas paradas. ¿Por qué? River sufrió en los últimos tiempos por esa vía, mientras que además Gremio logró ser eficaz ofensivamente en partidos ante Estudiantes y Atlético Tucumán, por citar algunos ejemplos. El equipo de Marcelo Gallardo, que desde el juego venía en un muy buen ascenso (por algo estuvo 32 partidos sin perder) mostraba –sin embargo– un déficit en ese rubro. Así le habían convertido goles Martinich (Villa Dálmine, por Copa Argentina), Komar (Talleres, en un amistoso) y Blandi (San Lorenzo), Erpen (San Martín de San Juan) y Gonzalo Bueno (Colón) en la Superliga. Sí, el invicto en Santa Fe lo perdió tras un córner. Pero también pasó sofocones en los partidos ante Racing (la revancha, con situaciones que tuvieron Bou, Sigali y Cuadra); Independiente (también en la revancha en Núñez, con Benítez, tras un córner y Figal, chance que dio en el travesaño) y hasta Boca, en el partido de la Superliga, lo complicó en el final con el juego aéreo (cabezazo de Izquierdoz en el travesaño, más la gran atajada de Armani ante Mas).
River, con Gallardo, suele destinar a todos los jugadores para defender esas acciones: puede lastimar de contraataque tras un córner o tiro libre frontal o lateral del adversario reaccionando a gran velocidad (gol de Palacios a Racing, por la Libertadores) . Ubica a dos libres, un hombre poste (a la altura del primer palo), cinco marcas individuales y dos rebotes.
Si se tomaban como referencia los últimos cuatro partidos de la Copa Libertadores (las llaves ante Independiente y Racing), River tuvo 42 pelotas paradas en contra (entre córners y tiros libres frontales y laterales que finalizaron con centros del rival al área de Armani) , de los cuales se impuso en el juego aéreo en 26 de ellos, perdió de arriba en 13 y tres veces el balón pasó de largo, sin vencedores ni vencidos. En todos ellos, Pratto había sido uno de los "libres a la pelota", por lo que su suplencia ante Gremio abría un interrogante al respecto, si bien Scocco y Borré podían cumplir esa función con corrección.
¿Qué sucedió? Gremio tomó nota de los antecedentes y se aprovechó de cada falta que River hizo (incluso lanzando más cerca del círculo central que de la medialuna) para lanzar tiros libres frontales al área de Armani. Por eso no llamó la atención que Gremio haya forzado 15 pelotas paradas, una forma de fomentar la virtud sobre un posible déficit millonario.
River defendió con dos libres (Borré y Scocco -después Pratto-), uno más tomando el primer palo (Casco), cinco marcas individuales (Maidana, Pinola, Montiel, Ponzio y Palacios) y dos futbolistas para el rebote y salir rápido de contraataque: Pity Martínez y Quintero.
Así fue que Gremio fabricó 15 pelotas paradas, de las cuales el equipo de Gallardo se impuso de arriba en 8. Pero el gol de Michel llegó por esa vía (de cabeza, tras un córner cerrado de Alisson), en un envío entre el primer palo y Armani. Y cuando ya estaba Pratto como uno de los libres: hacía apenas cinco minutos que había reemplazado a Scocco.



