Kevin Mina marcó el gol del empate para el Deportivo Real Santa Cruz y lanzó una grosera promesa si su equipo se salva del descenso en Bolivia

Si algo se puede decir del delantero ecuatoriano Kevin Mina es que para las declaraciones no recurre al cassette, aunque eso implique expresarse groseramente y sorprender a todos con su respuesta. Por ejemplo, como la que formuló luego del empate 1-1 entre su equipo, el Deportivo Real Santa Cruz, y el Real Tomayapo, por la primera división del fútbol boliviano.

En un partido por la fecha 19, el gol de Mina llegó en el octavo minuto de descuento y sirvió para evitar la derrota como local. Su rival se había puesto en ventaja también en el tiempo adicionado y los hinchas explotaban de bronca por la situación actual, con siete encuentros sin victorias y en zona de descenso. En la tabla de posiciones acumulan 16 puntos y están sólo por delante de Universitario de Vinto, que suma 14 y tiene un juego menos.

Kevin marcó desde la medialuna del área su primer tanto en el torneo y encaró hacia las tribunas llevándose un dedo a la boca, haciendo el gesto de pedido de silencio, para luego utilizar sus manos en otra acción típica de los goleadores, como quitándose de encima la mufa. Y lloró. “Se me salieron las lágrimas porque soy un jugador que siempre tengo que estar ahí y hacía más de seis partidos que no estaba convirtiendo”, explicó.

“Este gol fue dedicado para toda esa gente que no confía en mí”, agregó el futbolista, que había ingresado a los 20 minutos de la segunda etapa y vio la tarjeta amarilla por los excesos en el festejo. En los dos anteriores partidos fue titular y terminó siendo reemplazado.

Faltan nueve fechas para el final del certamen y varios equipos están separados por un puñado de puntos en el fondo de la tabla. Mina cree que superarán el mal momento y salvarán la categoría. Aunque lo sostiene de una manera muy particular. “Contrataron a Kevin Mina para eso”, dijo, utilizando la tercera persona del plural, y, sonriente, cerró el diálogo con una promesa: “Si yo desciendo, me corto mi miembro”.

El jugador, de 28 años y 1,93m, llegó esta temporada al club ubicado en Santa Cruz de la Sierra, luego de su paso el año pasado por Guabirá, de la misma liga, en lo que fue su primera experiencia fuera de su país. Meses atrás, el excéntrico delantero se había arrodillado en la cancha para pedirle a un compañero que le dejara patear un penal, pero César García fue inflexible, lo ejecutó él y anotó el gol de la victoria.

Fundado en 1962, fue uno de los clubes fundadores de la Liga Profesional Boliviana en 1977. El equipo entrenado actualmente por el argentino Andrés Marinangeli volvió a la máxima categoría desde 2020, luego de haber descendido en 2004. Con la experiencia de los 16 años en la B, los fanáticos no quieren volver a pasar por ello. Y Mina, que prometía goles, ahora redobla la apuesta.

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