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Mucho tiene que ver la confianza de Ramón Díaz en el momento de Gastón Fernández. No se trata solamente de enaltecer el gran trabajo del técnico riojano, que eligió con éxito a los refuerzos que sumó San Lorenzo, pese a atravesar una época de bolsillos flacos . El DT supo cómo estimular a La Gata , que se había bajoneado al no encontrar por segunda vez su lugar en la vida de River, pero que hoy disfruta del cariño del público azulgrana.
Como sucedió hace unos años con los hinchas de Racing, el delantero ahora se ganó los elogios de todo Boedo. Por ahora, parece que su historia está alejada de Núñez.
Bastó con un gol en la Bombonera el día del 3-0 a Boca para adueñarse de los primeras loas. Lo que la otra vez se había traducido en fuertes aplausos, ayer se convirtió en una estruendosa ovación, con voz de reconocimiento por esos dos goles que le dieron el triunfo al equipo y la sensación de disfrutar la punta del Clausura en absoluta soledad.
Su voz suave se escuchó apenas. Al paso, con la sonrisa como atisbo de su alegría, La Gata Fernández alcanzó a agradecer el afecto de los simpatizantes. "Estoy muy feliz porque me están saliendo bien las cosas. Además, es muy lindo que la gente te aplauda, te reconozca lo que hiciste dentro de la cancha con una ovación", dijo.
River lo vio nacer, pero su paso por Racing tal vez fue el momento de maduración. A los 23 años, Fernández es un futbolista con personalidad, más allá de sus virtudes deportivas. Ayer no se inquietó cuando pateó el penal; picó la pelota con un toque suave, una acción que puede ser calificada de atrevida, pero que simplemente fue una demostración de su calidad.
En el segundo gol concluyó una buena jugada colectiva con una definición certera y precisa. Fernández rara vez se equivoca en los últimos métros.
Ahora que San Lorenzo llegó a la cima, es posible que la mayoría de las luces apunte a Fernández, la figura en el éxito sobre Banfield. Pero que el equipo haya trepado a la punta responde también a actuaciones brillantes como las de Cristian Ledesma y Agustín Orion. Tanto el volante como el arquero tienen mucho que ver con la actualidad azulgrana.
"El triunfo nos dejó punteros y es importante. Se nos hizo difícil por la expulsión de Rivero, sino lo hubieramos definido antes, con más tranquilidad", dijo Ledesma. Después, sincero y autocrítico, sostuvo: "No jugamos tan bien como en partidos anteriores porque Banfield nos complicó demasiado. Pensamos que iban a venir cansados por la Libertadores, pero metieron mucha presión, sobre todo en el medio campo".
Cuando la producción de San Lorenzo decayó, apareció Orion. Al igual que otros jugadores, el arquero ganó confianza con la llegada de Ramón Díaz. De estar siempre bajo la sombra de Sebastián Saja pasó a ser el N°1 del equipo.
"Estoy muy contento por el resultado y por el esfuerzo que hicieron mis compañeros, que fue descomunal. Nos matamos en cada entrenamiento y dejamos todo en el partido. El grupo está muy convencido del rumbo y por eso estamos acá", señaló el arquero.
Y sobre el liderazgo en el Clausura, sentenció: "Es lindo, pero van sólo cinco fechas, tenemos que ser cautos. Al comienzo del torneo creíamos que podíamos tener este arranque, aunque quizá no como punteros".
La pequeña gran revolución de San Lorenzo es cierto que comenzó con el arribo de Ramón. Sin embargo, quienes mantienen el espíritu de cambio y superación dentro de la cancha son los jugadores. Y allí es donde se destaca la calidad y el apetito goleador de Fernández; la visión y el orden de juego de Ledesma, y la aparición en el momento más indicado de las atajadas de Orion. San Lorenzo confía en Ramón, pero también en sus jugadores.
El volante de San Lorenzo, que fue una de las figuras en el éxito ante Boca, esta vez perjudicó al equipo con su expulsión por agredir a Cvitanich.
En el entretiempo fueron sustituidos: Cristian Tula, que padeció un tirón en el nervio ciático, y Aureliano Torres, con fuerte golpe en la pierna derecha.
Desde que Banfield regresó a primera división -Apertura 2001- no pudo ganar en el Bajo Flores. Lleva seis partidos por torneos locales y uno por la Copa Sudamericana.
La última victoria fue en el Apertura de 1996 por 1 a 0, con gol de Mariano Campodónico.
Hasta ahora no sacó mayor diferencia: superó a Gimnasia, de Jujuy, y a Banfield por 2-1, y por 1-0 a Belgrano.

