Los Martín Fierro de la fecha: el mejor actor y un nene sin helado

¿"El Puntero" de este domingo fue Emanuel Gigliotti, Darío Cvitanich o Gio Moreno?

¿Habrá sido la de Juan Insaurralde, contra Godoy Cruz, la "Mejor Peinada" que definió el Torneo?

¿La estola blanca de Cacho Rubio, un saco blanco de Araujo, o el jogging que usa Marcelo?

¿Por qué se nos fueron tan rápido el criterio del referí Pompei, la defensa de Godoy Cruz, Olimpo de Bahía Blanca, y el desfile de Caruso por todos los medios?

!Aguante la ficción!, o #FuerzaCantero…

¿Qué entrenador del Torneo se llevará una estatua, como la de Mostaza Merlo?...

Se puede entender al presente de cada uno de los equipo del fútbol argentino, a través de diferentes líneas de pensamiento. Hasta ese lugar nos han llevado los emblemáticos directores técnicos de este rincón del mundo… Un mismo juego. Un mismo objetivo. Y un reparto monumental de actores protagónicos para explicar un fracaso o un éxito.

Entrenadores sinceros, acorralados. Entrenadores con prensa, reciclados. Entrenadores icónicos, sin energía. Entrenadores jóvenes, demasiado energizados. Los de la vieja guardia, bastardeados. Caruso, abrazado a la caricatura de Caruso, que él mismo ha dibujado. Falcioni, en la cumbre. Almeyda, escalando. Pizzi, cuesta arriba. Perazzo, cuesta abajo…

También existe un fenómeno local, que es moneda corriente, aunque viva disfrazado de trascendido. Algunos entrenadores camuflan debajo de sus virtudes a un comodín folklórico, a veces simpático, a veces no tanto: la cábala. Cuando se gana, estos técnicos sólo realzan las bondades de sus trabajos. Cuando pierden, por lo bajo, le echan la culpa a los ritos no revelados.

Boca, el mejor equipo contemporáneo, ganó holgadamente. Hoy, por supuesto, sólo se habla de la probada capacidad del coach, y de las virtudes de sus muchachos. Si Boca hubiese perdido, el "Niño Mascota", la cábala "xeneize" de cuatro años, habría presenciado las próximas prácticas del equipo del otro lado del alambrado (y sin las bochas de helado).

¿Y qué hubiese hecho San Lorenzo con el ahora popular alcanza pelotas, el "Colorado", si no le ganaban a Newell’s? ¿Lo habrían teñido? ¿Lo habrían rapado? ¿Lo habrían linchado?...

-Sentime un asunto, querido. Hiciste todo mal. Vos tendrías que haber parado la pelota con el pecho. Después, pibe, tendrías que haber amagado, para que el defensor pasara de largo. Y por último, nene, tendrías que haber definido entre las piernas del arquero, despacio…-, me dijo alguna vez Roque, el DT de mi equipo de sexto grado.

-Si yo hubiese hecho eso, Roque, estaría en el Milan, no acá, en San Martín, escuchándolo-, le contesté esa mañana, en el vestuario…

Falta cada vez menos para que se acabe el semestre.

¿Quién será el DT que se transforme en el mejor actor de esta historia?

¿Quién será el nuevo villano?

¿Comerá helado el "Niño Mascota", o verá las prácticas solito, del otro lado del alambrado?...