Lucas Pratto: de fabricarse los botines, repartir volantes y soñar con Boca a ser el pase más caro en la historia de River
Casi 11 millones de dólares le costará al millonario incorporar al delantero; su historia en el ascenso, su vínculo con Boca y el sueño del Mundial
Con casi 29 años, Lucas Pratto se podrá dar el lujo de entrar al selecto club de los futbolistas que jugaron en Boca y River, los dos equipos más grandes de la Argentina. El delantero que llega de San Pablo al millonario, además se convirtió en la compra más cara en la historia del club de Núñez: casi 11 millones de dólares.
Con 14 goles en el último año jugando para San Pablo, Pratto, una de las debilidades de Marcelo Gallardo, ahora vestirá la camiseta de River. Alejado de aquellos comienzos difíciles, donde debía trabajar repartiendo volantes de locales de comida, o asistiendo como seguridad en boliches. Hoy es un jugador de elite que hasta inclusive se permite soñar con en el Mundial Rusia 2018.
La historia de Lucas Pratto se remonta a sus inicios en Cambaceres. Oriundo de La Plata, no tuvo suerte cuando se fue a probar a Estudiantes. Inclusive comenzó jugando como volante central o por la derecha. Así, al menos, comenzó jugando en el club del ascenso. "Era un estilo Maxi Rodríguez, pero no tan bueno", recuerda en una entrevista que le concedió a El Gráfico."En Cambaceres empecé en séptima. Iba al colegio en bici a la mañana, volvía a mi casa y caminaba 20 cuadras para tomar un colectivo para viajar a Ensenada. Tenía una hora de viaje de ida y otra de vuelta. Volvía a casa a las 9 de la noche. Me vieja me preguntaba si tenía deberes y le mentía diciéndole que no, sólo quería comer y acostarme”, dijo en la misma entrevista.
?? En estos momentos, Lucas Pratto se realiza la revisión médica. ????????? pic.twitter.com/ijq8qt0Ocy&— River Plate (@CARPoficial) 9 de enero de 2018
Cuando jugaba en el ascenso del fútbol argentino, recuerda Pratto que no podía comprarse botines. “Como no tenía plata para tener unos de marca, mi mamá me los hacía fabricar en una zapatería del barrio. Salían mucho más baratos. Eran 25 pesos los negros y 30 si los querías de un color. Para combinarlos con los colores de Cambaceres yo los pedía blancos y con la pipa roja. Todo trucho, por supuesto”, contó el delantero.
Recordó ayer, en su despedida de San Pablo, la falta de una figura paterna. El padre de Pratto se fue de su casa cuando él era muy chico y formó otra familia. El delantero decidió regresar a la Argentina para poder estar cerca de su hija.
Sus comienzos en Boca
Por el año 2004 Gabriel Palermo, hermano de Martín, máximo goleador en la historia del xeneize, era uno de los preparadores físicos de Cambaceres. Recomendó a Pratto para el xeneize. Llegó a Casa Amarilla y cuando le preguntaron de qué jugaba no dudó: delantero. La prueba fue exitosa y cumplía su sueño: vestir la azul y amarilla. "Yo era fanático de Boca. Cuando volví a mi casa y le conté a mi mamá, se puso a llorar. Yo no entendía nada, era raro para mí verla así", le reveló Pratto a El Gráfico.
Llegó a Primera en el 2007, tras convertir varios goles en inferiores. Su amor fue fugaz ya que rápidamente se dio cuenta que no tendría lugar allí. Sólo dos partidos jugó en la primera del xeneize. Siempre detrás de Martín Palermo, el nueve titular. Por eso pasó a Tigre, pedido por Diego Cagna, en ese momento entrenador. Allí rotó por varios clubes: el Matador, Unión, una vuelta a Boca, y hasta llegó a jugar en Lyn Oslo de Noruega.
Boca recibirá, por el pase de Pratto a River, 187.250 dólares por el mecanismo de solidaridad
Lucas Pratto llegó a ser parte de pago del pase que Boca le compró a Universidad Católica por Gary Medel. El delantero aprovechó su estadía en Chile como trampolín para su carrera. Hizo 16 goles en 46 partidos, pero además fue campeón del torneo en 2010. Le valió para que lo miren del fútbol italiano: Genoa pagó 4.5 millones de euros. Pero apenas jugó un puñado de partidos.
El resto de la historia es conocida. Sonó su teléfono y del otro lado estaba Cristian Bassedas, mánager de Vélez. Pratto llegó a Liniers y no paró de crecer. Consiguió tres títulos y entró en el corazón de los hinchas a fuerza de goles. De allí a ser ídolo en Atlético Mineiro y a su paso por San Pablo, antes de desembarcar en River por una cifra millonaria: casi 11 millones de dólares en el pase más caro en la historia del club. De ese dinero, un porcentaje irá para Boca por el mecanismo de solidaridad: recibir dinero por formar a un jugador.
La selección y el sueño del Mundial
Si algo sobra en la Argentina son delanteros de nivel. Pero Lucas Pratto no se achica y con su llegada a River, así como le pasó a Darío Benedetto hace un tiempo, se permite soñar con incomodar a Jorge Sampaoli en su elección para Rusia 2018.
Ya sabe Pratto lo que es jugar con la Argentina. De la mano de Edgardo Bauza llegó a la selección. Jugó cinco partidos (cuatro de ellos como titular) y marcó dos goles en las eliminatorias rumbo a Rusia 2018. Lionel Messi fue el máximo goleador de aquel ciclo del Patón, con tres tantos. Pratto le sigue con dos.