Quiénes son los sparrings de la selección: historias de los futuros cracks

LA SERENA, Chile.- "Necesitamos algunos delanteros, traé a los que estaban trabajando hace un rato ", le dice durante el entrenamiento Jorge Pautasso, ayudante de Gerardo Martino, a Miguel Angel Lemme, entrenador del Sub 17 argentino. Es que a Chile no son sólo viajaron los 23 que convocó el Tata para esta Copa América, sino también los 17 sparring que acompañan al plantel argentino. Integrantes de los seleccionados juveniles, están para colaborar en cada práctica y tener algunos minutos con algunos de sus grandes ídolos.

Como alguna vez sucedió con Javier Mascherano, Sergio Agüero, Angel Di María, Pablo Zabaleta y otros tantos, hoy estos chicos tienen la oportunidad de acompañar bien de cerca a la selección. Juegan cuando faltan hombres para un ejercicio, o cuando Martino busca un trabajo particular. Están ahí, expectantes a tener la oportunidad de poder compartir unos minutos con Messi y el resto del plantel. Pero, además, tienen en mente otro objetivo: integrar la lista para el Mundial Sub 17 que se jugará aquí, en Chile.

Los juveniles corren, juegan, meten y transpiran al lado de la selección mayor. Pero el resto del día se mueven sólo entre ellos. Se alojan en un complejo separado al que alberga al equipo de Martino, sobre la costanera, a sólo una cuadra de la playa. El hotel lleva el mismo nombre que el de la selección mayor, lo que provocó confusión a más de uno que fue allí pensando que se encontraría con el primer equipo. Ellos desayunan, comen y cenan todos juntos, comparten habitaciones y están siempre acompañados de Miguel Angel Lemme, el entrenador.

De los 17 sparrings que están aquí en Chile, hay uno solo que no juega en el fútbol argentino. Se trata de Ricardo Rodríguez Marengo, delantero de área, quien se desempeña en la Universidad Católica. "De muy chico, a los 8 años, nos mudamos con mi familia a Chile por el trabajo de mi papá. En la Argentina no jugué ningún club, apenas lo hacía en intercountries, pero de mucho más chico. Recién a los 12 me decidí a tratar de jugar, me metí en la Católica y todavía sigo ahí", cuenta el delantero, quien fue el último en sumarse al grupo, a canchallena.com. Aún no debutó en Primera, pero confía que esa oportunidad se dará pronto.

Este grupo está trabajando con la selección desde una semana antes de viajar a Chile. Allí los sparrings comenzaron a entrenarse con el resto del grupo en el predio de Ezeiza. Luego, siguieron los mismos pasos que el equipo de Martino: primero fueron al amistoso contra Bolivia, en San Juan, y después, a La Serena. Aquí se mueven con libertad y muchas veces, por llevar el logo de la selección en el colectivo que los traslada, los confunden con el primer equipo. "Mirá, les saqué una foto", le dice una chica a su padre, mientras aguardaban la llegada del equipo ayer por la mañana en el centro de entrenamiento de la Argentina. "Pero son los chicos, ahí no está Messi", le contesta. La Pulga, igual, nunca llegaría: se quedó con los titulares descansando en el hotel.

Excepto Rodríguez Marengo, los otros 16 jugadores se desempeñan en el fútbol argentino. Es Independiente, con tres, el club que más jugadores aporta (Juan Di Lorenzo, Franco Ramos y Braian Gauna). Dos llegan desde Newell´s (Facundo Pardo y Tiago Ruiz Díaz), dos xeneizes (Matías Roskopf y Julián Chicco) y dos de la Academia (Matías Escudero y Federico Vietto). Uno de River (Luis Olivera), Argentinos (Lucas Pizzatti), Quilmes (José Luis Valdez), Estudiantes (Juan Bautista Cejas) y Belgrano (Federico Bonansea). Hay, además, dos futbolistas de San Lorenzo (Pablo Ruiz y Tomás Conechny), a quienes los entrenadores miran con especial atención.

En cada entrenamiento, el diálogo entre los juveniles y el cuerpo técnico de la selección se da por medio de Lemme y algún colaborador de Martino. Las indicaciones para cada ejercicio llegan a través de Jorge Pautasso o Elvio Paolorosso, ayudantes del Tata, quienes indican qué y cómo hacer cada ejercicio. Con 17 jugadores, hay uno o más para cada puesto o función: atajar, defender, marcar, pasar, tirar centros o cabecear.

Formar parte de este grupo y compartir la cancha con grandes figuras es un orgullo para estos jugadores que, además, ganan una importante experiencia. "Es una gran motivación para ellos, colaborar con la (selección) Mayor es muy bueno para su historial, es un orgullo", destacó Lemme, entrenador del Sub 17. "Es una experiencia muy linda, hay que disfrutarla", dijo Braian Gauna, de Independiente. "El impacto, al principio, fue tremendo, no lo podía creer. Nunca había visto a ninguno de los 23 en vivo, en ninguna parte", comentó Rodríguez Marengo, quien fue más allá: "Después de estar con ellos, te das cuenta que son humanos. Distinto a cuando los tenés en una imagen de televisión. Es impresionante estar acá, nunca me lo esperé y lo estoy disfrutando". El pasar tanto tiempo con Messi, el Kun, Mascherano, Tevez y las grandes figuras del seleccionado, les sirve para aprender y poder recibir algún consejo, siempre que se pueda. De los 23 futbolistas del plantel, Mariano Andújar es el que más habla y aconseja a los chicos.

Alguna vez, el Kun Agüero ingresó jugó como sparring ante una selección dirigida por José Pekerman, previo a la Copa Confederaciones 2005, trabó una pelota con Gabriel Milito y le marcó a Leo Franco. Miguel Tojo, DT en aquel entonces de los juveniles, lo sacó por miedo a que lo golpeen. En estos días de entrenamiento no sucedió algo parecido, pero en cada jugada lo hacen con mucho empeño. "Los jugadores van fuerte, más los defensores, pero no es algo de mala leche es cómo debe ser", comenta uno de los juveniles.

Para ellos, no sólo se trata de compartir minutos en cancha con la selección mayor, sino que funcione como vidriera ante el entrenador del Sub 17, con el objetvivo del Mundial de la categoría. Se jugará en Chile, entre octubre y noviembre, y los chicos aprovechan para ponerse a punto y trabajar para esa Copa del Mundo.