Román Martínez y la historia de un cobro con reintegro
El habilidoso volante le dio la victoria a Lanús frente a Estudiantes, club en el que estuvo tres años pero por varias razones no pudo consolidarse
Román Martínez no tuvo suerte en Estudiantes . Llegó en julio de 2012 destacándose de Tigre y para reemplazar a Juan Sebastián Verón, justo cuando también lo pretendía Boca para sustituir a Juan Román Riquelme. Clase técnica le sobra. Aceptó el desafío y viajó a La Plata con muchas ilusiones a cuestas, pero (por una cosa u otra) nunca terminó de asentarse. Quizás cuando era importante dentro de la estructura de Mauricio Pellegrino, sufrió aquella famosa lesión ante River (cruce de Barovero) en la ida de la Copa Sudamericana 2014. El esguince de grado 2 del ligamento lateral interno con avulsión ósea y contusión en peroné, que lo mantuvo afuera de las canchas por varios meses. Luego, una lesión trajo otra lesión... Y mientras se recuperaba, surgió una diferencia económica con los dirigentes, porque la nueva comisión directiva encabezada por Verón no quiso reconocerle una deuda de la gestión anterior, de Enrique Lombardi. Entre una cosa y otra, Gabriel Milito no lo pudo disfrutar y el volante pasó a Lanús , con una nueva ilusión a cuestas pero masticando bronca por la forma en que se tenía que ir de La Plata.
Las vueltas de la vida quisieron que ayer, a cinco minutos del final, marcara el gol de la victoria contra su ex equipo. Y fue 1-0 para los dirigidos por Jorge Almirón, que debutó con un éxito en su nuevo club. Román Martínez cabeceó a la red un córner ejecutado por Pasquini y metido en la segunda jugada por Braghieri. No sólo le hizo el gol a Estudiantes, sino que además fue de pelota parada, una de las facetas futbolísticas históricas del conjunto rojiblanco.
Cuando lo consultaron tras el partido, dejó en claro que no le queda resentimiento en la forma que se tuvo que ir de Estudiantes: "Estoy contento con el triunfo. Ahora me debo a Lanús. En La Plata viví tres años muy buenos, me trataron muy bien. Por respeto no grité el gol. Pero ahora sólo pienso en conseguir cosas para Lanús, en ganar partidos y títulos".
Román Martínez terminó siendo la figura de la cancha. Había arrancado bien, metido y enchufado como volante central, con Víctor Ayala y Nicolás Aguirre a sus costados en un esquema 4-3-3 que Jorge Almirón, flamante DT granate, respetó de su antecesor Guillermo Barros Schelotto. Pero se fue diluyendo y, cuando parecía que podría ser sustituido, Almirón lo dejó en la cancha: reemplazó a Ayala y lo ubicó a Marcone de volante tapón, para que pueda soltarse más Román. Eso hizo el mediocampista, aunque luego declaró con sinceridad: "Eso lo practicamos en la pretemporada, pero igual el gol fue de pelota parada, no porque yo me haya soltado más..."
Sobre el cambio de técnicos, Román sostuvo: "La idea de Almirón es similar a la de Guillermo. Quizás con Barros Schelotto éramos más verticales y con Jorge tenemos una mayor tenencia y triangulación". Lo dijo ayer un Martínez que está asentado en Lanús y parece haber dejado atrás las frustraciones.
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