Sportivo Baracas se coronó en la Primera D

(Télam).- Sportivo Barracas, club próximo a cumplir 102 años de vida, ganó el torneo de Primera D de manera inobjetable y consiguió el ascenso a la C, un logro que alegra a todo un barrio porteño.

El equipo apodado 'el arrabalero' se consagró este miércoles campeón del torneo de Primera D en el último partido al derrotar 1-0 a Muñiz para redondear una campaña de 17 triunfos, 10 empates y solamente tres derrotas.

El conjunto hizo de local todo el año en el estadio de Sportivo Italiano, en Ciudad Evita, donde acumuló 22 partidos sin perder, siendo la última derrota como local la que sufrió en la octava fecha, ante Central Ballester por 2-0.

Este fue el segundo ascenso del club a la C, aunque cuando subió por primera vez a la categoría lo hizo en la temporada 2003-2004, bajo el nombre de Barracas Bolívar, denominación que utilizó hasta 2012. En esa época hasta cambió sus tradicionales colores azul y blanco por el rojo y blanco.

La entidad, que cobró un increíble impulso desde que se hizo cargo de la presidencia, en mayo de 2012, Víctor Santa María, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTHER), vuelve a la Primera C tras haber quedado desafiliado en la temporada 2011/12, y regresar a la competencia oficial de AFA en la D en agosto de 2013.

Los historiadores, como Enrique Puccia, señalan que un 30 de octubre de 1913 el club se fundó en el salón `Cavour` y por impulso -como otros tantos clubes- de un grupo de jóvenes entusiastas, encabezados por Antonio Abelleyra.

Ese mismo año, llegaron a un acuerdo con otro club, `Riachuelo`, que tenía a figuras como Natalio Perinetti y Juan Hospital (que luego jugarían en Racing), para comprarle en 2.600 pesos de la época el terreno de la primera cancha -con casilla incluida- que estaba ubicado en Santa Elena e Iriarte, corazón del barrio de Barracas.

Luego vinieron la elección de los colores de la camiseta, azul y blanco a bastones verticales, y la afiliación a la Asociación del Fútbol.

A partir de allí, se sucedieron una serie de hitos que jalonan la rica historia del club: en 1916 tuvo su primer ascenso a Primera, y en 1917 se decidió alquilar el predio de Iriarte y Luzuriaga para construir allí el estadio -inaugurado en 1920- que tendría capacidad para 36 mil personas y que fue escenario de hechos memorables.

En ese lugar, con una cancha de dimensiones considerables para la época, el primer partido que se jugó fue el 25 de mayo de 1920 entre Boca y Nacional de Montevideo, y también fue la sede, en octubre de 1921, del primer Campeonato Sudamericano de Fútbol (hoy Copa América).

También fue escenario de un partido entre los seleccionados de Argentina y Uruguay (que venía de ganar el oro en los Juegos de París), el 2 de octubre de 1924, en el que Cesáreo Onzari (jugador de Huracán) marcó el primer gol de córner, que se denominó `olímpico` en Bruselas, durante la disputa de los siguientes Juegos Olímpicos, cuando se le dio validez a la conquista.

En ese partido, el seleccionado uruguayo dio lo que hoy se conoce como `vuelta olímpica` (alrededor de todo el campo), en homenaje de los organizadores por su triunfo en París, mientras era aplaudido por el público, que estaba ubicado detrás del primer cerco perimetral de alambre entretejido, el que pasó a denominarse `alambrado olímpico`.

Clubes de trayectoria que realizaron giras sudamericanas como Genoa de Italia o Real Madrid de España y el Real Deportivo Español (con el arquero `Divino` Zamora), y el escocés Motherwel, jugaron en ese estadio -durante la década del `20- varios encuentros de corte amistoso.

Aquel recordado estadio fue demolido en 1936, cuando el club dejó de participar en los torneos oficiales por la división de las asociaciones.

También vistieron la histórica camiseta azul y blanca figuras como Roberto `Cabecita de Oro` Cherro y Mario Evaristo (ambos brillaron en Boca) y Alfredo Di Stéfano, quien fuera presidente honorario del Real Madrid e ídolo de la afición `merengue`.

Pero no sólo se practicaba en esas épocas fútbol en Sportivo Barracas: una memoria y balance de 1914 señalaba que el club contaba con "secciones de esgrima, box, billares, pelota a paleta, música y ajedrez".

Otro hito fue la gira que el equipo realizó en 1929 por Sudamérica y Europa, durante la cual se jugaron 14 partidos, de los que ganó 8, empató 1 y perdió 5, con 28 goles a favor y 21 en contra. Allí enfrentó a Roma y Juventus, de Italia, y Barcelona de España, entre otros.

El básquetbol también tuvo un espacio destacado en Sportivo Barracas, a partir de 1921, en que comenzó a construirse la cancha en el campo de deportes, mientras que en 1923, en la sede social de Iriarte 2056, se fundó y tuvo su sede la Asociación Argentina de Básquetbol.

La historia del atletismo argentino también se escribió en el club: desde 1927 a 1933, aproximadamente, sus representantes sumaron valiosos títulos y récords tanto nacionales como sudamericanos.

El más recordado representante del club fue Juan Carlos Zabala, 'El ñandú criollo', quien el 8 de agosto de 1932 ganó la Maratón Olímpica de Los Angeles. Otros precursores fueron Daniel Molina, Atilio y José Palumbo, Francisco Torregrossa y Alfredo Torres.

Su pileta olímpica, inaugurada en diciembre de 1925 y rodeada de una notable arquitectura para la época, sirvió para que varias generaciones comenzaran allí con la práctica de la natación bajo la enseñanza de Vito Dumas, conocido luego como `el navegante solitario`.

Tras su desafiliación, regresó el equipo a la