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Racing está signado por el caos. Lo que iba a ser otra marcha pacífica contra Blanquiceleste SA se transformó repentinamente en violentos enfrentamientos entre un grupo de hinchas y la policía, que terminó con dos efectivos heridos y alrededor de 35 detenidos.
Todo había trascurrido por carriles normales, pero cuando comenzó la desconcentración, luego de que presentaron un petitorio en la sede de la AFA, una fracción de los simpatizantes comenzó a arrojar botellas de vidrio contra la policía, que respondió en consecuencia.
Según el testimonio de los hinchas, la policía provocó los disturbios intencionalmente y reprimió sin razón alguna. Al decir del comisario Ricardo Pedace, de la seccional 3», fueron los manifestantes los que, descontentos con el resultado del cónclave, comenzaron las agresiones contra los 150 efectivos asignados al operativo.
La movilización fue la más grande (la gente ocupaba una extensión de dos cuadras) de las que se realizaron desde que los hinchas están disconformes con la gerenciadora Blanquiceleste SA. Luego de concentrarse frente al Congreso, donde representantes se reunieron con la diputada Delia Bisutti, de la Comisión de Deportes, se movilizaron hasta la sede de la AFA, en Viamonte 1366. Allí se encontraron con un vallado en cada una de las esquinas.
Tres representantes presentaron un petitorio ante José Luis Meiszner, secretario ejecutivo de la AFA, único integrante de la entidad presente. Hasta allí, todo había ocurrido tranquilamente, pero después, el caos, una vez más, impregnó la vida de Racing.


