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Estaba todo listo. Deportivo Morón y Platense debían enfrentarse en el Oeste por la undécima fecha de la primera B Metropolitana. Los equipos estaban en la cancha, también el árbitro y sus asistentes. Y comenzó la locura en la tribuna local, allí donde la hinchada de Morón se enfrentó con la policía en un combate feroz.
Diez efectivos y 20 hinchas heridos -ninguno de gravedad- y 17 detenidos -15 mayores y dos menores- fue el resultado de los serios incidentes ocurridos ayer por la tarde entre la barra brava del Gallito y los efectivos de la bonaerense antes de que el juez Javier Ruiz decidiera suspender el encuentro por falta de garantías.
Todo comenzó en la puerta de acceso que da a la calle Almirante Brown, cuando la hinchada de Deportivo Morón quiso ingresar en el estadio sin entradas. La policía (hubo 270 efectivos, a cargo de la seccional 1ª de Morón) reprimió con balas de goma y gases lacrimógenos y los violentos se replegaron.
Después de algunas corridas en las adyacencias de la cancha, la barra se reagrupó y rompió el portón de acceso, lo que derivó en varios enfrentamientos cuerpo a cuerpo con los agentes en la misma tribuna cabecera local del estadio. Los hinchas agredían con palos y piedras y la policía, superada ampliamente en número, tuvo que retroceder.
Pero la locura no terminó allí. La barra violentó el portón de acceso a la platea con la intención de enfrentarse con la hinchada de Platense. La policía se replegó e ingresó por el sector de los vestuarios para evitar que ambas parcialidades se encontraran.
A estas alturas, los futbolistas ya no estaban en el campo de juego, y muchos de ellos vieron pasar a su lado a los efectivos que volverían a chocar con la hinchada de Morón.
Al advertir la presencia policial, y tras una pequeña gresca en la platea, los hinchas del Gallito decidieron escaparse por Almirante Brown, donde rompieron vidrieras, saquearon comercios -una panadería y una farmacia- y destruyeron un patrullero. La irracionalidad duró algo más de media hora.
El presidente de Morón, Alberto Meyer, se refirió a los incidentes: "Hace cuatro meses que estoy a cargo del club y ya tengo identificados a los violentos. Este fue el primer hecho que se genera desde que estoy en el cargo, por lo que los violentos van a pagar".
All Boys salió bien parado de un partido difícil y se mantiene como puntero de la primera B Metropolitana, tras disputarse parcialmente la undécima fecha. En su estadio, se encontró dos veces abajo en el marcador ante Central Córdoba, de Rosario, pero con orden y sin desesperarse se impuso por 5 a 2.
El partido fue muy entretenido. Al minuto, David Bufanti enmudeció al público local; luego igualó Pablo Solchaga, Ezequiel Petrovelli puso el 2 a 1 para los rosarinos y, sobre el final del primer tiempo, empató Facundo Diz. Hernán Pedraza, Oscar Monje y nuevamente Solchaga marcaron la diferencia final para el conjunto de Caruso Lombardi.
Ferro le ganó de visitante a Estudiantes de Caseros, por 2 a 1, y quedó segundo.


