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BRASILIA (AP).- El escándalo generado en Brasil por los manejos del fútbol en ese país rozó directamente a la Argentina. El ex presidente de la FIFA, João Havelange, era interpelado en la Cámara de Diputados cuando una pregunta involucró de lleno a la organización de la Copa del Mundo de 1978.
Fue allí cuando Havelange, de 84 años, titular de la entidad que rige el fútbol entre 1974 y 1998, negó que el ex presidente de facto argentino Jorge Rafael Videla le haya obsequiado en 1976 un campo a cambio del apoyo para la organización del Mundial en ese país sudamericano.
"Son muchas las mentiras que se publican en algunos medios, muchas de ellas sin respaldo probatorio, como es el caso de ésta", dijo Havelange, quien agregó que, en 1994, una de esas publicaciones lo vinculó con supuestas actividades ilícitas, pero cuando se pidieron pruebas, no aparecieron.
"Mi abogado me aconsejó no contestar este tipo de ataques porque se da pie a que hablen más; me dijo que sólo pida pruebas, que fue lo que hizo que callaran", subrayó.
Havelange sostuvo que los únicos terrenos que tuvo en su vida fueron los que heredó de su padre, en Río de Janeiro.
El ex representante olímpico de Brasil en waterpolo, que al asumir como presidente de la FIFA se proclamó como "el vendedor de un producto llamado fútbol", desestimó versiones sobre su apoyo a las dictaduras militares en América del Sur en la década del 70.
También negó que haya estado involucrado con negocios de tráfico de armas y del narcotráfico. "Es una canallada", agregó el brasileño.
"De estar involucrado con esos hechos, mi lugar no es estar en el Congreso ayudando a los parlamentarios a esclarecer sus dudas, sino en la cárcel para pagar mis delitos."
Havelange, además, señaló que desde que fue deportista y, después, dirigente lo único que hizo fue ponerse al servicio de la práctica del deporte al descalificar versiones que indicaron que gran parte de su fortuna la hizo con negocios del fútbol y con la recepción de comisiones por la firma de contratos.



