

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
SYDNEY (Especial).- Falta poco más de un año para que aquí se realicen los últimos Juegos Olímpicos del siglo y la voracidad australiana por ver muchos ganadores en su tierra crece a pasos agigantados. Un chico de apenas 16 años los ayuda a ilusionarse más. Ian Thorpe, según reza en su documento de identidad, ratifica con sus resultados que dejó de ser una esperanza para convertirse en una realidad.
Su notable actuación en los Juegos PanPacific lo puso en boca de todos. Desde anteayer es el dueño del récord mundial de los 400 metros libre con 3m41s83/100, Desde ayer es el poseedor del registro mundial de los 200 metros libre, con 1m46s34/100.
Eufórico y atónito, Don Talbot, entrenador del conjunto australiano, uno de los que hace dos temporadas apostó fuerte por el nombre de Thorpe, incluyéndolo en el equipo de ese país cuando tenía sólo 14 años, repetía y afirmaba: "Va a ser el más grande de todos los tiempos; anda como una Ferrari..."
Carta de presentación. O carta de confirmación, mejor dicho. La relación de este longilíneo de 1,98m y la pileta surgió casi como una necesidad. Cuando era chico (más chico, todavía), Ian acompañaba a su hermana Christina, también nadadora, a todas las pruebas. "De tanto estar parado, terminaba enfermo. El remedio era empezar a nadar", recuerda hoy. Ken y Margaret no dudaron. Le dijeron a su hijo que se tire a la pileta. Sin saberlo, comenzaba la leyenda de Thorpedo...
Se dijo que hay un revuelo infernal alrededor de sus marcas. Y es cierto. Todavía no completó sus estudios secundarios -"Lo haré después de los Juegos Olímpicos"- y ya es dueño de varias páginas en Internet. En una de ellas, mientras se destaca que a Ian le gusta la comida de McDonald´s, mirar televisión, ir a la playa y dormir, en la portada se sostiene que "Ian Thorpe es una leyenda viva, un ejemplo del que cualquier joven australiano debe estar orgulloso".
La fiebre Thorpe no es nueva en Australia. Lo que sí es seguro es que los magníficos resultados logrados se encargan de expandirla por todo el mundo. Cinco firmas (Australian Dairy Corp, Channel Seven, Goodman Fielder, Quantas y Sydney Water) son las patrocinantes de Thorpedo. Que todavía no está emparentado con las grandes sumas, pero que, por ahora, tiene asegurada una ganancia de 100.000 dólares por año.
Cifra que él sustenta con tres récords mundiales (el otro es en 200 metros libre, con 1m43s28/100, logrado en Hong Kong hace cinco meses, en pileta corta) y dos medallas doradas en el Mundial del año último. ¿Más? Otras cuatro preseas de oro en los Juegos de la Commonwealth, realizados en Kuala Lumpur, también en 1998. Esos fueron los premios deportivos, pero en la temporada pasada también fue distinguido como el Mejor Joven Australiano del año. ¿Es todo? No, por supuesto: se lo definió como el Nadador del Año en los Estados Unidos.
Eslabones de una cadena de premios que no alteró la personalidad de este nuevo superhéroe del deporte. Que a la hora de establecer una marca se acordó de aquellos que sufren de cáncer y donó los 17.000 dólares que estaban destinados como recompensa. Un noble gesto que distingue por sí sola su personalidad.
Un genio está frotando la lámpara en el mundo de la natación. Los especialistas dicen que se está contemplando el surgimiento del Pelé de las piscinas; que es el único capaz de superar el récord de siete medallas doradas que posee el norteamericano Mark Spitz desde Munich 72...
Ian Thorpe, 16 años. Tres récords mundiales. Una nueva historia comienza...


