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También hubo incidentes en Parque de los Patricios, en el partido entre Huracán y Tigre. Paradójicamente, lo más grave no estuvo en las tribunas, sino en el campo de juego. Aquí va la cronología de los hechos.
Al promediar el primer tiempo llegaron unos 300 hinchas de Tigre, en cinco ómnibus; no provocaron disturbios, pero los efectivos policiales detuvieron a dos personas por tenencia de drogas.
Lo más serio ocurrió cuando se jugaba el tiempo de descuento y Huracán consiguió la victoria. Los hinchas de Tigre se enardecieron y quisieron voltear el alambrado, mientras lanzaban objetos contundentes. Después fue el turno de los jugadores; una vez finalizado el partido, se trenzaron a golpes de puño; German Gords, de Tigre, resultó lesionado. Al término del match, los jugadores visitantes les arrojaron las camisetas a sus enfurecidos hinchas, que hace un mes los habían amenazado con armas de fuego para que levantaran su nivel.
Pero los problemas siguieron, en otras canchas, en otros barrios:
Luego del partido se registraron fuertes discusiones entre los jugadores y el cuerpo técnico en el vestuario. El panorama se agravó por la presencia de unos 200 hinchas enardecidos que aguardaban la salida de los jugadores, del cuerpo técnico y de los dirigentes para demostrarles su descontento; todos debieron salir custodiados por la policía.


