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MAR DEL PLATA.- Una noche más en la que la gente le dio la espalda al fútbol. Pocos, muy pocos hinchas vieron la victoria de River sobre Independiente por 3 a 1. Y otra vez los millonarios volvieron a retirarse ganadores. Ante los rojos, el equipo de Ramón Díaz consiguió su cuarto triunfo consecutivo en el verano: Antes había vencido 3-0 a Boca y 3 a 1 a Talleres, en Córdoba, y 2 a 0 a Racing, aquí. Todo sin Aimar, Saviola, Astrada...
Este River no se desarma. Continúa con su paso ganador y nadie puede frenarlo. ¿Qué tiene para ser superior al resto? Fácil. A pibes como Víctor Zapata, la figura de este arranque de temporada, y Andrés D´Alessandro -anoche debutó en primera con 18 años y cumplió-, ayer se sumaron Leonel Gancedo, con buen traslado en el medio campo, y las subidas de Eduardo Coudet por la derecha. Además, llega y lastima. Arriba, River mata. También se da el lujo de cambiar figuritas, como en el segundo tiempo cuando ingresó Damián Alvarez por Zapata y marcó el tercer tanto. Los suplentes también rinden... y hacen goles...
Ahí se puede encontrar la diferencia más notoria con Independiente. El equipo de Trossero tuvo la pelota, pero falló en la definición ante cada situación de riesgo que generó frente a Bonano. Lo tuvo Bruno Marioni en una muy clara acción y la pelota se fue a las nubes... Lo tuvo Marioni otra vez en un penal inexistente de Zapata al propio Bruno, pero se lució Roberto Bonano al desviar el remate. Inmejorable para festejar el cumpleaños número 30 del arquero.
Independiente, ofensivamente, se perdía. River, en cambio, llegó y concretó. Primero fue a los 15 minutos, con una gran jugada armada entre D´Alessandro, Lombardi, Gancedo, Angel y Rambert. Pascualito recibió del colombiano y definió arriba, cerca del ángulo izquierdo de Pontiroli. El delantero no lo gritó por su pasado en la entidad de Avellaneda.
A los 30, apareció la magia de Víctor Zapata para dejar sólo a Coudet y poner el 2 a 0 cuando achicaba Pontiroli. Con el gol, además, se fue expulsado infantilmente Alfredo Cascini, que protestó vaya uno a saber qué... En definitiva, una imagen repetida en los últimos partidos de Cascini.
En el segundo tiempo, las cosas no cambiaron demasiado. O sí. En realidad, Independiente buscó menos y River se dedicó a jugar de contraataque, utilizando los espacios que dejó la defensa del equipo de Trossero por el sector de Pena y Páez, sobre todo. Apareció Alvarez y definió abajo: fue el 3 a 0. Apenas quedó tiempo para el descuento de Independiente con un toque de Víctor López. Nada más.
¿Qué defectos tuvo River? Mostró distracciones y errores de sus centrales Leo Ramos y Pedro Sarabia. De todas formas, son detalles que el tiempo y los partidos le permitirán ajustar a Ramón Díaz.
River sigue festejando y parece que nadie le encuentra la vuelta a su desnivel. Ante Independiente, fueron dos goles de diferencia y pudieron ser más.



