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"El partido seguirá. Al menos, esa es la opinión generalizada". La reunión del Tribunal de Disciplina había terminado y dos de sus miembros, que pidieron mantener su nombre en reserva, pusieron un poco de claridad sobre las consecuencias de la suspensión del encuentro Huracán Corrientes v. River, ocurrida anteanoche a los 26 minutos del primer tiempo, tras una agresión al arquero Bonano, cuando el conjunto correntino ganaba por 2 a 1.
El tema es que el hecho sería tomado como algo aislado y, por ello, se decidiría continuar el encuentro (quedan 64 minutos por jugarse). Y de cualquier manera, no se produciría la suspensión del estadio. Por caso, el sábado próximo, Huracán Corrientes recibirá en su cancha a Racing.
Lo que quedaría por resolverse sería la sede donde se continuaría el match. Por lo pronto, se estima que no se seguiría en el mismo estadio.
Esta, de que el partido, sigue no es la única versión que circuló por los pasillos de la AFA. En realidad, ayer los rumores fueron algo así como vedettes en la casa de la calle Viamonte.
Entre todo lo que se dijo, sonó con insistencia que, ante la opinión generalizada de que el partido debía seguir, un altísimo miembro de la Asociación Argentina de Fútbol salió al cruce para decir lo contrario. "Los puntos tienen que quedar para River", habrían sido las palabras del hombre en cuestión.
Y en esa opinión se contemplaba, entre tantas cosas, que a River no le quedan fechas para jugar lo que queda del partido.
Sucede que, entre el viaje a Japón, la postergación del encuentro contra Racing (se disputará el 4 del mes próximo), el partido del seleccionado ante Chile (el 15 de diciembre, por las eliminatorias) y que aún quedan dos miércoles con fechas del Apertura (el 27 del actual y el 18 del mes próximo), el único momento cuando River podría jugar sería el 11 de diciembre. Pero para ese entonces, con el campeonato en su recta final, los mejores jugadores se encontrarán concentrados con el seleccionado. Y Passarella adelantó que no los cederá.
También se dijo que, de ganar River los puntos, Huracán Corrientes no sufriría otra pena. Y que esa posición chocaba con otra que pretendía continuar el partido y restarle tres puntos a los correntinos una vez que finalice el torneo.
En este caso, se supone que Huracán no aceptaría la posibilidad de perder seis puntos (los tres del encuentro, si River da vuelta el resultado, más los tres de sanción) y que, entonces, preferiría perder el encuentro de entrada.
Hasta aquí las versiones sobre la continuidad o no del partido.El tema es que el runrún de las consecuencias no se detuvo allí. Por ejemplo, Agremiados advirtió que no descarta "adoptar una medida sindical suspendiendo la actividad futbolística, si no se adoptan todas las medidas necesarias para neutralizar cualquier acto atentatorio contra la vida o la integridad de las personas". Esto promete algún nuevo capítulo, porque ayer no hubo más repercusiones.
Por último, el presidente de River, Alfredo Davicce, y el árbitro del encuentro, Javier Castrilli, también dijeron lo suyo.
Davicce aseguró que "River no hará pedido alguno, pues eso podría presionar al Tribunal de Disciplina".
Y Castrilli señaló que él actuó con el reglamento y, de paso, hizo un pedido-reclamo: "Los dirigentes tendrían que tomar la misma actitud que tomo yo, que tengo como patrón el reglamento".




