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SAN PABLO (ANSA).- Vanderlei Lima, el atleta que lideraba la maratón de Atenas 2004 hasta que fue atacado por el ex sacerdote irlandés Cornelius Horan, sigue siendo el centro de la atención en Brasil.
Tras una emotiva recepción, con 400 personas que lo esperaron en el aeropuerto de Río de Janeiro al grito de "¡Oro, oro!", se trasladó a San Pablo, a los estudios de TV de O´Globo, donde Emanuel Rego, campeón olímpico de beach volley, le regaló su medalla dorada. Pero el atleta no la aceptó: "Emanuel es mi amigo desde los Juegos de Atlanta 96. El siempre tuvo el sueño de ser un campeón olímpico, como yo, y no puedo quedarme con su premio".
Vanderlei finalizó tercero y el ganador fue el italiano Stefano Baldini, pero llevaba una amplia ventaja en el momento en que fue atacado por Horan. Por eso la cadena de supermercados Pao de Acucar, que patrocina a los deportistas brasileños, le pagó los 66.000 dólares que había prometido a todos los que ganasen la medalla de oro. A los terceros, les correspondían 23.000 dólares. En tanto el Comité Olímpico Brasileño le exigió al COI y a la Federación de Atletismo que le entregue la medalla dorada a Vanderlei.



