

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Y ganó la Triple Corona, no más. Refinado Tom venció ayer en el Gran Premio Nacional (GI-2500 m), en Palermo, y a partir de ahora habrá que hacerle un lugar junto a los otros 19 astros del turf nacional que consiguieron lo mismo: dominar en la Polla, el Jockey Club y el Derby.
Ganó la Triple Corona, nomás. Pero tuvo que sufrir, agonizar, morir y resucitar antes de coquetear con la gloria. Antes de ser héroe. Antes de que Palermo explotara como un polvorín.
Refinado Tom, el potrillo del físico patovica, impidió con su pescuezo que Funny Toy cambiara la historia. Y como alguien bien señaló después de la competencia, venció por pura prepotencia.
Porque cuando se le acabaron las fuerzas le puso el pecho a la carrera. Se plantó adelante de Funny Toy, fabricó con su presencia un muro y no lo dejó avanzar. Igualito que Cigar cuando en la Copa Dubai dio vuelta un resultado que lo tenía como perdedor.
Aunque parezca increíble, el del Refinado Tom acorralado fue el mejor momento en su carrera. Allí apareció el campeón. El caballo diferente. El que uno no se cansará de aplaudir jamás..
Pero hubo otros grandes detalles que ayudaron a su éxito. El primero, que Jorge Valdivieso estuvo en su montura y desde allí le transmitió seguridad para manejar los momentos difíciles.
Durante buena parte del desarrollo, Valdi y Refinado Tomquedaron atrapados entre fuegos cruzados, con Alpino Fitz en la punta y Marinero Toss vigilándolo todo desde la retaguardia Había que jugarse y el rubio intuyó que el verdadero peligro estaba adelante. Y no le erró.
En ese movimiento, entonces, acarició la Triple Corona. Y le sacó lustre en la recta cuando no mortificó al hijo de Shy Tom dejándolo que tomara por mitad de pista cuando el puntero, de puro cansado, empezaba a perder su línea hacia afuera.
Después vino el ahogo. La fatiga que ascendía desde el suelo, y Funny Toy, que surgió de la nada.
Puestos a sacarle el cuero al campeón, se podrá decir que ayer tuvo picos. Brillantes en el final, pero opacos por momentos. Pues a lo largo de los 2m33s84/100 de la carrera se lo notó incómodo.
¿Razones? Quizá muchas. Como su nueva posición en el desarrollo, ahora más cerca del fuego de la carrera. Tal vez por el suelo mojado. Porqué no por el bullicio.
Pero este es momento de festejar. El análisis frío vendrá más adelante con Roberto Bullrich a la cabeza, quien también se pondrá a interpretar qué le pásó a su caballo que sólo ganór de guapo.
Pero lo cierto es que Refinado Tomya está a la par de Forli, de La Mission, de Yatasto. Ayer surgió un nuevo héroe. Ni más ni menos que el crack de la década.
Para Jorge Valdivieso la temporada que culmina en menos de 60 días será inolvidable y en una de sus definiciones estuvo la clave de esta victoria especial, la cuarta en el Gran Premio Nacional.
En 1988, con Indalecio, frustró a Ultrasonido de lo mismo que lo alegró ayer: ganar la Triple Corona. Ahora la historia fue distinta."En un momento en que no estoy corriendo a full, tener un caballo como éste me da mucha más satisfacción", señaló el jinete mendocino, que al ganar el Gran Premio Jockey Club y completar ayer la Triple Corona, siempre con Refinado Tom, coronó una campaña brillante profesionalmente.
Feliz, dispuesto a todo y entregado a un público que lo agasajó como hacía mucho tiempo no sucedía, Valdivieso pareció hasta programar no firmar compromisos de monta para las carreras siguientes al Derby. Así pudo gozar con tranquilidad del éxito, algo que nunca pudo hacer.
"Fue sólo casualidad que no haya corrido después del Nacional", explicó él.
Es difícil arrancarle del corazón el nombre de Mat Boy, por ello cuando se lo consultó sobre si Refinado Tom podía ocupar el lugar de su caballo preferido, Valdivieso tomó una ruta distinta. "No me gusta hacer comparaciones. Cada uno tiene su lugar", argumentó.
De la carrera hubo poco para hablar, sólo se refirió a que otra vez "Refinado Tom vino estirado" y sobre la arremetida final de Funny Toy dijo muy seguro: "Cuando vi que no me quebraba me sentí ganador".
La carrera para Valdivieso comenzó mucho antes de que se abrieran las gateras.
"En la semana está ansioso, como antes del Jockey Club", comentó.
Y seguramente por su cabeza debe pasar la idea de que ya no hay muchas más oportunidades de ganar una Triple Corona.
Hoy el jinete vivirá una experiencia nueva, como la de haber conquistado la Triple Corona. Visitará por primera vez Rosario, donde correrá en alguna prueba del Independencia. "Voy a ver a los amigos que siempre me apoyan", resumió Valdivieso, aunque seguramente recibirá tanto afecto y agasajos como los de ayer en Palermo.
Jorge Valdivieso encontró en el turf la expresión más pura de la felicidad. Por eso se entrega a sus amigos con la misma pasión que conduce un Sangre Pura de Carrera. Jorge Valdivieso es sinónimo de turf y también de éxito.

