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Santiago Phelan estuvo al frente de los Pumas por seis años. Disputó 45 partidos, de los cuales perdió 31, empató uno y ganó 13. Sufrió un recambio generacional en el equipo argentino y el paso a jugar contra las grandes potencias del rugby mundial, donde los malos resultados recrudecieron la interna y terminaron con su salida del equipo.
2008, de la ilusión del debut al golpe de realidad. Después del inolvidable Mundial en Francia, Phelan debutó con un éxito ante Escocia (21-15) en Rosario, el 7 de junio. "Soy un simple colaborador. En este proceso, los verdaderos responsables serán los jugadores", dijo. Pero dos meses después (9/8) recibió una dura advertencia en Johannesburgo: el equipo que ganó el bronce en el Mundial ya no existía y Phelan sufrió su primera gran derrota: 9-63 con Sudáfrica.
Disputó siete partidos aquel año, con dos triunfos. El mencionado ante Escocia y contra Italia (22-14) en Torino. Luego cayó con Escocia e Italia (ambos en Vélez), los Springboks, Francia (Marsella) e Irlanda (Dublin).
2009, un año de transición. Los Pumas llegaron con dudas a Salta y el triunfo ante un rival de peso como Inglaterra (24-22) recompuso el ánimo (13/6). Pero el año no se cerró bien en la gira europea (derrotas ante Inglaterra y Gales y un triunfo 9-6 ante Escocia).
Fue el año con menor canditdad de partidos del ciclo. Fueron cinco. A los mencionados se le suma una caída por 15-37 en el Old Trafford.
2010, un oasis en el desierto. El triunfo ante Francia (41-13), con cuatro tries en Vélez e Italia (22-16 en Verona) las únicas alegría de un ejercicio 2010 muy pobre. Se perdieron los dos partidos en el país con Escocia y en la gira europea hubo caídas ante Francia e Irlanda sin anotar ni tan siquiera un try.
2011, el try que salvó el año y algo más. El año mundialista, con tanto trabajo y esfuerzo, terminó resumiéndose en un solo partido, en una sola jugada: el 13-12 a Escocia el 25 de octubre en Wellington, con el fantástico try de González Amorosino (foto) para ganar en un final angustiante. Llegar a los cuartos de final en el Mundial de Nueva Zelanda permitió cumplir el objetivo y garantizar el ingreso en el Rugby Championship. En aquella Copa del Mundo se perdió con lo justo ante Inglaterra, luego victorias ante Georgia y Rumania. Antes de la gran cita, los Pumas habían perdido contra Gales, en Cardiff.
2012, la dura adaptación a la elite. Por primera vez los Pumas fueron aceptados en un torneo anual de jerarquía y por primera vez en la historia la Argentina no se fue derrotada ante Sudáfrica. Tras el empate en 16 ante los Springboks en Mendoza (25/8), se estuvo cerca ante Australia en Gold Coast (19-23, el 15/9). El balance del RCH fue bueno, pero la gira de fin de año terminó con duras caídas ante Francia (22-39) e Irlanda (24-46). A principios de año recibió a Italia y Francia, con dos triunfos y una caída.
2013, sin resultados, los daños internos. El peor año: derrotas durísimas ante Inglaterra en Salta (3-32) y Buenos Aires (26-51). Hasta el triunfo ante Georgia (29-18) dejó sabor a poco, sin lucimiento. El Championship tuvo momentos buenos y malos, pero las seis derrotas en fila con las potencias del Sur dejaron expuestas las diferencias del staff y el desgaste con los jugadores. El equipo recibió un promedio de 37,3 puntos por partidos. Un triste final.
LA NACION