Después de dos años de testeo en la Argentina, entre otros diez países, World Rugby decidió avanzar con la reducción de la zona de tackle y determinó que en el próximo Mundial Juvenil sólo estará permitido tacklear debajo de la línea del esternón, una medida tendiente a disminuir las conmociones cerebrales y, de superar la instancia de evaluación, susceptible de ser extendida en un futuro al nivel profesional.