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Se lo nota más entusiasmado que nunca. Cuando habla, cuando gesticula, se percibe una actitud diferente. Es Oscar Ruggeri, técnico de San Lorenzo, que una vez más pelea en dos frentes para repetir el título que, como jugador, logró en 1995 con la camiseta azulgrana.
"Estoy muy contento con este plantel, y no sólo con los once que entran en la cancha. Por primera vez puedo elegir, para la Copa Mercosur, un equipo, y para el Apertura, otro; esto es muy bueno", enfatiza, agitando las manos.
Como entrenador, éste es su cuarto torneo, y sabe que lo bueno hecho hasta el momento debe refrendarse con un título. "Siento que tenemos una gran posibilidad, pero no puedo decir que es ahora o nunca, porque si no se nos da en este certamen, será en el que viene. Está todo dado para hacer un gran papel", explica.
"No tengo más presión -comenta-; estoy más contento. Tenemos más jugadores, hay que tratar de salir campeón, pero presión no tengo si me levanto a la mañana sabiendo que tengo que venir a entrenar a un equipo que se mata por la competencia. Acá saben que cualquiera puede perder su puesto."
-¿Alcanzan las buenas campañas?
-Para ganar un título tenés que hacer una buena campaña. Si la hacés y no la ganaste, quiere decir que te faltó un poquito. Y hay que mejorarlo. Son 20 entrenadores que luchan por algo y esa ilusión no se la quita nadie.
-¿Le tenés miedo al fracaso?
-No. ¿Por qué? Si yo vengo a entrenar a un plantel, trabajo todo el día y hacemos todo lo que podemos. Después la pelota pega en el palo y se fue, y perdiste un partido. Si tuviese miedo me quedaría en mi casa.
Lo cierto es que, de los tres torneos locales que condujo a San Lorenzo como DT, en todos abdicó en la búsqueda del reinado en los momentos finales. Y Ruggeri se hace cargo: "Yo tengo responsabilidades, porque nos faltó pegar el golpe en los momentos cumbre. Pero la responsabilidad es de todo el club, porque cuando ganamos, ganamos todos. Y cuando perdemos, la culpa no es de algunos; somos todos. Pero yo me voy a seguir equivocando, como todos."
De lo que ocurrirá a fin de año, cuando concluya su contrato, prefiere no aventurar nada. "¿Qué pasa si no ganamos nada? En diciembre te contesto. Miele me dijo que quiere que siga un año más, pero depende de él; yo me voy a sentar y lo voy a escuchar. Si yo soy feliz como técnico de San Lorenzo. Yo me quedaría a vivir en San Lorenzo, pero sé que no puede ser, porque los cambios son lógicos", dice el hombre que ya fue tentado para dirigir en América, de México, aunque el preferiría volar rumbo a Europa. De eso, sin embargo, se hablará "en el futuro".
-¿Cómo te imaginás en Navidad o en Año Nuevo?
-Como siempre. La Navidad la voy a pasar en Corral de Bustos, con mis viejos, con toda mi familia.
-Te preguntaba por San Lorenzo...
-Y..., me imagino brindando y diciendo Gracias, Dios, como dicen en el programa "Buenos vecinos"...


