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¿Todos los atletas hemos sido reprendidos alguna vez por nuestro Coach al mirar el reloj repetidamente en una carrera o pasada? Hay una explicación para esto: este acto distrae la atención e inexorablemente confunde el cerebro, se vuelca parcialmente a un cálculo analítico que dependiendo de la experiencia, distraerá al atleta (elites y, mucho más, a los amateurs) para mantener el esfuerzo que requiere el trabajo.
Las liebres hacen este trabajo por el atleta, llevan el ritmo pautado, ni más ni menos. No piensan en competencia ni nada inherente con eso, solo llevan al designado atleta a cumplir con su plan de carrera. Ellos miran el reloj, calculan cada parcial y el global según se requiera. Manejan el ritmo de subidas, de bajadas y cubren en circunstancias especiales del viento al protagonista en cuestión.
No hay marca mundial hoy que no se haya logrado por liebres, es muy raro que se dé de forma espontánea y sin ayuda. Hay casos, pero son los menos.

Un proyecto de marca no se deja a la suerte, más que nada en este recurso en particular. En el maratón suelen usarse las mismas por kilómetros, algunos hasta el km 15, otros hasta el 21 y hasta el km 30 suelen llevar al atleta con el ritmo de marca. Las liebres siempre tienen un nivel superior al del atleta a llevar o por lo menos corren sueltos una distancia en particular, es muy necesario para la efectividad del objetivo.
Si hablo de mi experiencia personal para entrenamientos, uso este recurso con mis fondistas mujeres. Entrenan con un compañero que tiene un nivel superior por lo menos en determinadas distancias, con trabajos de numerosas pasadas y fondos con pauta de ritmo.
En pretemporada de altura esto es determinante, trabajos como 16x500 o 8/10x1000 son “llevados” por liebres, ya que también ellas contaban con dobles turnos; la mente frente al cansancio debe contar con toda la ayuda posible, ya sea solo concentrarse en el esfuerzo y no en el continuo ejercicio de marcar el ritmo por sí solas.
Un recurso repetidamente usado en todas partes del mundo, cuentan ya con propia atención del público al ver a famosos atletas “trabajar” de liebres. Aplicable y efectivo al entrenamiento también, un componente técnico de gran aporte sin duda alguna.

Por Fernando Díaz Sánchez es entrenador IAAF, ex-atleta de elite y actual entrenador de la legendaria Agrupación Atlética Los Ñandúes y del Team Elite New Balance.




