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El panelista de ESPN F90, Sebastián Domínguez, analizó las imágenes de la pelea generada en los vestuarios del Estadio Mineirao, luego del partido entre Boca Juniors y Atlético Mineiro, y puntualizó en las figuras del dirigente Raúl Cascini, a quien sindicó como el iniciador del conflicto. El equipo de Miguel Ángel Russo quedó afuera de la competencia tras caer por penales ante el conjunto “Galo”.
“Cuando vos ves que está entrando el ‘Pulpo’ González, vos (por Cascini) estás insultando, sacado, la reacción lógica sería: ‘Che, viene un jugador, ya está, me calmo, ¿cómo me va a ver en esta posición?’. Lo abrazás y te lo llevas al vestuario y ya está. Si vos redoblás la apuesta, y empiezan a llegar jugadores, y seguís redoblando la apuesta, evidentemente, no tenés noción de lo que puede pasar después. Habla de otro desequilibrio emocional que no tiene nada que ver con el cargo que ocupás. Es preocupante de verdad”, esgrimió Domínguez.
El exjugador consideró “grave” esta conducta para alguien que ocupa el cargo de Cascini, y remarcó la importancia de la “preparación” para ocupar los lugares de responsabilidad.
A su vez, el exdefensor opinó que “tirar una mano al aire y que se arme este tole tole no es ser guapo: es no comprender la situación y el lugar que ocupás dentro del equipo”.
Al mismo tiempo, Domínguez cuestionó “que institucionalmente las dos declaraciones” emitidas por parte de Juan Román Riquelme y Jorge Amor Ameal hayan relativizado la reacción de la delegación xeneize: “Que sean que es una cosa normal, o que no es para tanto, o que uno habla desde un lugar que desconoce, me parece que no es el mensaje de un club como Boca”.
Por otra parte, el analista lamentó que quede “en un segundo plano” la buena actuación futbolística de Boca en Brasil: “Siento que, en algún punto, mucha gente se manifestó como a favor de cierta representación por defender los colores, y para mí, Boca defendió los colores futbolísticamente. Lo que pasó afuera, no debería representar a nadie”.
Por último, diferenció la injusticia vivida por Boca dentro del campo de juego con lo sucedido afuera: “Esto es como estar en un semáforo: te insulta el de al lado, vos reaccionás y terminás una comisaría y te vas a declarar, ¿y qué pasó? Me insultó. ¿Y qué pasó? Le pegué. Está mal. Y estás denunciado por violencia física. Pero el otro me insultó. Entiendo que estás arrepentido, que va a pasar ese momento, pero ahora viene toda la parte que hay que ver donde termina todo esto”, concluyó.
LA NACION