Argentina Open: los diez momentos top del torneo que cumple 20 años en la Catedral
En 2020, el ATP de Buenos Aires cumple veinte años. Aquel certamen que nació tras el éxito de la gira latinoamericana de la Copa Ericsson, a fines del siglo pasado, creció hasta convertirse en uno de los de mayor arraigo en Sudamérica y en el resto del circuito. Aquí, un repaso a diez momentos destacados durante estas dos décadas de tenis en la Catedral de Palermo.
1.- El nacimiento de un clásico
Febrero de 2001. Guillermo Coria le ganó Gastón Gaudio la final del torneo de Viña del Mar y celebró su primer título de ATP en un duelo cargado de actitudes picantes. La revancha llegó cinco días después: en los cuartos de final del flamante certamen de Buenos Aires -por entonces bautizado Copa AT&T-, Gaudio derrotó a Coria por 6-3 y 7-6 (8-6), en una noche de viernes que terminó con un bailecito del Gato en la mitad de la cancha para festejar el triunfo y paseo con una bandera de Independiente. "Festejos desmedidos, gritos inapropiados y algún que otro gesto que debería quedar en algún rincón del vestuario y no hacerse público", señaló entonces LA NACION sobre lo sucedido.
El campeón fue Gustavo Kuerten: el brasileño derrotó por un cómodo 6-1 y 6-3 en la final a un jovencísimo José Acasuso, que tenía 18 años recién cumplidos, era el 172° del mundo y había llegado al duelo decisivo desde la clasificación, con victorias sobre Hicham Arazi, Albert Portas, Franco Squillari y Gaudio. Guga había llegado al torneo como número 2 del mundo, y la victoria en Buenos Aires le permitió volver al primer puesto del ranking.
2.- El final menos pensado
Agustín Calleri tenía el trofeo de la temporada 2002 al alcance de su mano. El de Río Cuarto había jugado un torneo impecable, con triunfos sobre Guga Kuerten, Meligeni, Zabaleta y Chela. En la final, le estaba dando un paseo a Nicolás Massú. Tuvo ventaja de 6-2 y 5-1. Llegó a contar con dos match-points. Faltaba un último paso; hasta el champán ya estaba preparado al borde de la cancha. Massú sacó 2-5 y 15-40 en el segundo set. Salvó el primer punto de partido con un ace y luego otro servicio descolocó al cordobés. Los nervios y los errores no forzados comenzaron a aparecer en el juego del cordobés. Massú terminó por dar vuelta una final increíble: 2-6, 7-6 (7-5) y 6-2. Aquel fue el primero de los seis títulos del chileno, luego campeón de los Juegos Olímpicos de Atenas, que también fue número 9 del mundo y hoy es el entrenador del austríaco Dominic Thiem.
Así terminó el segundo episodio del ATP de Buenos Aires, que estuvo a punto de no jugarse: menos de dos meses antes, en diciembre de 2001, en la Argentina estalló la crisis socio-económica que derivó en la salida del presidente Fernando de la Rúa, con graves incidentes que recorrieron el mundo.
3.- El chavalito invitado
Para la temporada 2005, la organización del torneo le cursó una invitación a un joven español de 18 años, zurdo y nacido en Manacor: Rafael Nadal Parera. Por entonces era el número 48 del ranking, pero ya empezaba a mostrar la pinta de crack. En su primer paso por Buenos Aires, aquel Nadal de musculosas y festejos ampulosos venció a Agustín Calleri y al italiano Potito Starace, antes de inclinarse en los cuartos de final ante Gastón Gaudio, por entonces el campeón vigente de Roland Garros, con un marcador curioso: 0-6, 6-0 y 6-1. Años después, el Gato declaró: "Después del partido destrozó todas las raquetas. Las siete. Llegué a pensar: ¿Pero qué le pasa a este pibe? ¿Está loco? No había perdido contra cualquiera, yo había sido ganador de Roland Garros, pero Rafa sintió aquella derrota como un fracaso, no lo podía soportar". Rafa lo desmintió de manera tajante: "Gastón miente. Terminé el partido y no acabé enfadado siquiera, sólo sentí que un jugador mejor que yo me había pasado por encima. Nunca he roto una raqueta en la pista, que es cuando más tensión tienes, imagina después. Y además, nunca llevo siete raquetas encima, como máximo seis".
El título quedó en manos de Gaudio, que en la final derrotó a Mariano Puerta por 6-4 y 6-4. Lo curioso es que, cuatro meses después, los protagonistas de la final de Roland Garros fueron sus dos vencidos. Y Rafa le ganó a Puerta en cuatro sets la primera de sus doce conquistas en el abierto francés…
4.- El estreno de la Torre de Tandil
Para el torneo de 2006, los organizadores del torneo le ofrecieron una invitación a una figura de proyección del tenis argentino: Juan Martín del Potro, que apenas tenías 17 años. El joven tandilense, de pelo largo y muy espigado, se presentó en el court central y le tocó enfrentarse con un especialista en canchas lentas como Juan Carlos Ferrero, ex número 1 del mundo. Perdió, pero le dio una gran batalla: 6-2, 4-6 y 6-4. Aquel partido fue también el único que disputó Delpo en el ATP porteño; después, entre planificación y lesiones de por medio, eligió siempre acudir a torneos en superficies duras en Europa o en la gira norteamericana previa a los Masters 1000 de Indian Wells y Miami.
5.- La guerra del round robin
Decididos a innovar, los organizadores del torneo, convertido en la Copa Telmex, decidieron probar una de las innovaciones dispuestas por la ATP en 2007: llevar el formato de round robin a los cuadros principales. El tema es que los jugadores no entendieron la propuesta, y tampoco el público. De un día al otro surgieron cambios, abandonos repentinos, y curiosidades que le restaron seriedad a lo que sucedía. Por caso: Juan Carlos Ferrero perdió en la primera ronda del round robin con el francés Nicolas Devilder; en el segundo partido debía ganarle al ecuatoriano Nicolás Lapentti en dos sets para pasar a cuartos de final, pero Lapentti se bajó por lesión y lo reemplazó el checo Lukas Dlouhy. Ferrero se quedó sin chances antes de entrar a jugar, porque el reglamento ya no incluía los partidos de Lapentti ni de Dlouhy. "Este sistema es una pu… mier… No sé si me toca jugar mañana o me tengo que volver a casa", disparó el valenciano, ex número 1 del mundo. Otro caso: el italiano Stefano Galvani perdió tres veces en la misma semana: en la clasificación (contra Juan Pablo Brzezicki) y luego en el round robin tras ingresar como lucky loser (con Nicolás Almagro y Martín Vassallo Argüello). El título, en definitiva, fue para Juan Mónaco, que celebró su primer éxito con un cómodo 6-1 y 6-2 sobre el italiano Alessio de Mauro, en una de las finales más desparejas del torneo. El experimento round robin concluyó un par de semanas después, cuando la ATP anunció el final de las pruebas, hundidas bajo el peso de las protestas de los jugadores, los más descontentos con todo lo sucedido.
6.- Silbidos para un campeón
Fue, acaso, una de las noches más tristes que haya tenido el ATP de Buenos Aires en sus dos décadas. En aquel febrero de 2007, Gastón Gaudio sufrió una durísima derrota por 6-1 y 6-1 frente al español Rubén Ramírez Hidalgo, en uno de esos partidos en los que no salió nada. "Si querés hacemos la ola", le gritó un espectador que recordaba el momento en el que el Gato se levantó para dar vuelta la final de Roland Garros ante Coria. Pero no había manera, y fue una derrota irremontable. Cargado de reproches propios y ajenos, Gaudio dejó el estadio con la cabeza gacha, ensordecido por los silbidos y abucheos; un castigo excesivo para alguien que había extraviado la brújula de su juego.
"Los que me silbaron son los mismos que me aplaudían en 2004. Cuando estaba arriba era un genio y ahora soy un boludo. Pero los silbidos me los merezco. Para que las cosas me salgan bien necesito un milagro". Campeón en 2005, Gaudio regresaría al Buenos Aires en 2009 y 2010, con sendas despedidas en primera rueda ante Daniel Gimeno y Horacio Zeballos, muy lejos de los tiempos de gloria.
7.- El último festejo en casa
David Nalbandian llegó al torneo de 2008 como máximo favorito y número 11 del mundo. Superó sin problemas al australiano Peter Luczak en el estreno; sufrió bastante para superar a los italianos Fabio Fognini y Potito Starace -la noche en la que Diego Maradona alentó al cordobés e insultó al napolitano, que paradójicamente tenía como ídolo de su niñez al hoy DT de Gimnasia-, le ganó con facilidad la semifinal a Juan Ignacio Chela, y en una final de muy buen nivel derrotó a José Acasuso por 3-6, 7-6 (7-5) y 6-4. Aquel fue el octavo de los 11 títulos que acumularía el de Unquillo a lo largo de su carrera, y el último sobre polvo de ladrillo.
8.- Tan lejos, tan cerca…
Después de conquistar Buenos Aires en 2007, Juan Mónaco buscó repetir la coronación dos años después. En su camino a la final de 2009, superó a cuatro compatriotas: Sergio Roitman (con un rotundo 6-0 y 6-0), Martín Vassallo Argüello, Machi González y a David Nalbandian en la semifinal por un ajustado 7-6 en el tercer set. El domingo definió ante Tommy Robredo. El título para el catalán, el primero de una larga serie favorable a los españoles, por 7-5, 2-6 y 7-6 (7-5), después de que Pico estuvo muy cerca de la victoria, con ventajas de 3-0 y 4-2 en el tercer set. La amargura por aquella derrota le duró un buen rato a Mónaco, que no podía ocultar las lágrimas antes de la ceremonia de premiación. "Es duro perder una final de esta manera, que fue tan ajustada, tan peleada, con tanta gente que me acompañó. Por momentos, la vi tan cerca... Pero él mantuvo la calma y yo me aceleré un poquito. Tenía demasiadas ganas de ganar. Robredo fue un justo ganador, pero ahora sólo tengo bronca y dolor". Pico volvería varios años después a la final de Buenos Aires, pero nuevamente se quedaría con las manos vacías.
9.- De Valencia a Buenos Aires
Así como alguna vez Carlos Moya sostuvo un ferviente romance con Buenos Aires, en la década pasada fue David Ferrer el que, desde su posición de Top 10, eligió desembarcar en varias ocasiones en nuestro país como protagonista mayor del ATP porteño. No le fue bien las primeras veces, entre 2003 y 2005, pero regresó en 2010 y llegó hasta la final, que perdió de manera ajustada con su compatriota Juan Carlos Ferrero. Pero regresó, y fue campeón en tres ocasiones: 2012, 2013 y 2014. A su modo, marcó una época.
10.- El regreso del emperador
Pasó una década desde aquel primer paso de Rafael Nadal por Buenos Aires. Estuvo cerca de volver alguna otra vez, pero el regreso recién se concretó en 2015. En una versión más madura, el zurdo de Manacor arrasó con victorias contundentes, sin ceder sets y a expensas de cuatro argentinos. Facundo Argüello, Federico Delbonis, Carlos Berlocq y Juan Mónaco comprobaron en persona el aura invencible de Rafa sobre polvo de ladrillo.
Aun cuando Pico era (es) un amigo personal, Nadal no perdonó: lo derrotó por 6-4 y 6-1 en una definición con final anunciado.
Volvió en 2016, pero esta vez se encontró con el rival destinado a darle batalla en canchas lentas: Dominic Thiem le puso freno al vendaval Rafa en las semifinales de ese torneo, en un partidazo que el austríaco resolvió por 6-4, 4-6 y 7-6 (7-4).
La actividad para hoy
"Es una linda sorpresa salir de primer cabeza de serie", dijo Diego Schwartzman, que jugará directamente en los 8vos de final del Argentina Open el miércoles o jueves. "Es una sorpresa ser 2 porque estábamos esperando a dos Top Ten", añadió Guido Pella. Ante la ausencia de Dominic Thiem y Matteo Berrettini, ambos son los máximos favoritos.
Este martes debutará el campeón defensor, el italiano Marco Cecchinato: a las 14.30, en el court central, ante R. Carballes Baena (España). Además, F. Verdasco (España) vs. P. Martínez (España), Juan I. Londero vs. F. Horansky (Eslovaquia) y Leo Mayer vs. A. Ramos (España).
En el Estadio 2, a las 14.30, F. Bagnis vs. A. Martin (Eslovaquia); C. Garin (Chile) vs. F. Díaz Acosta y F. Cerundolo vs. L. Djere (Serbia).
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