Eduardo Infantino: "Del Potro tiene que estar de cualquier forma en la Copa Davis"

Eduardo Infantino cumplirá 50 años en abril y toda una vida junto al tenis, su estímulo, que le permitió interpretar su vocación: la enseñanza. Su camino se potenció en el desarrollo y la dirección de diversos programas de entrenamientos. Desde mediados de los 80, fue responsable de equipos juveniles argentinos. Entrenador de Squillari, Gaudio, Zabaleta, Nalbandian, el marroquí El Aynaoui y el chipriota Baghdatis, entre otros. También de Del Potro, a quien conoce de niño, ya que Infantino colaboraba en Tandil con Marcelo Gómez, formador de la Torre. Nacido en Benito Juárez, hace unos 30 años que logró un vínculo con Italia: fue coach de varios tenistas de ese país y contratado por un club de Torino, hasta que en 2008 la Federación Italiana lo sumó como consultor. Hoy es director del Centro Nacional de una entidad que posee un presupuesto anual de 2.000.000 de euros y un importante programa de desarrollo, con 18 centros dispersos en el país. De descanso en la Argentina antes de regresar a Tirrenia, donde pasa la mayor parte del año, y a menos de una semana de la serie entre albicelestes e italianos por la 1» rueda de la Copa Davis, Infantino actúa como faro y voz autorizada sobre lo que puede ocurrir en Mar del Plata, pero también sobre el futuro.

"Italia, en cuanto a presupuesto, no es Francia, Estados Unidos, Australia o Inglaterra. Es una federación que estuvo quebrada hace cinco años y ahora tiene a un presidente que la ha administrado bien: Angelo Binaghi, un ingeniero que puso en práctica una política dura", describe Infantino.

-¿Cuál fue la fórmula para trasladar tu sistema de desarrollo a Italia?

-Traté de insertarme de una manera armónica, porque el tenis es un deporte con mucha competencia y celos. Estoy tratando de reclutar a los viejos entrenadores, a la vieja escuela. Y tenemos una estrategia: descentralizar. Siempre los mejores trabajaron en los centros nacionales principales, pero quizás esos chicos se convirtieron en los mejores jugando en sus lugares, entonces intentamos potenciar las escuelas del interior de Italia para que trabajen mejor. Por ejemplo, a Gianluigi Quinzi, la gran aparición italiana [ganó Wimbledon junior 2013] no lo llevé a Tirrenia. Hicimos un centro donde vive, y ahora detrás de él hay chicos motivados.

- ¿En la Argentina se podría realizar un proyecto similar?

-Sí, la descentralización es la única posibilidad que existe para el desarrollo. Salvo en Francia o España, donde los centros convocan a los mejores y todo se centraliza, el resto es distinto. La calidad de los entrenadores argentinos te la demuestran los resultados del último Orange Bowl [en diciembre hubo campeones nacionales en Sub 12 y 14]. Hay chicos de 15 y 16 años muy buenos en la Argentina. El problema es que el mundo está cambiando y estar posicionado en América del Sur es difícil. Lo mismo pasa en Brasil. La AAT tiene que hacer un proyecto de reestructuración. No se están utilizando a los viejos entrenadores, que fueron los que sacaron la gran generación. Jorge Todero está en EE.UU.; Rubén Puerta, que entrenó a Chela y a Calleri, está en Guatemala; Pablo Martín, que desarrolló a Cañas, está en China.

- ¿Pero económicamente se los puede seducir?

-Sí, bueno, la Argentina llegó a tres finales de Copa Davis en los últimos años. La Argentina tiene que replantearse muchas cosas y ver qué planes hay para desarrollar en los próximos años. Lo bueno es que hay torneos internos, algo que la AAT hizo bien. Pero va a costar tener jugadores del nivel que conocimos. Y después de Del Potro hay un vacío y se siente. Corremos riesgos, como Brasil o Chile, a los que después de Guga Kuerten, Ríos o Feña González no les quedó nada. Esas señales de alarma hay que atenderlas. Tiene que haber una reacción; si no la hay, estamos muertos. También hay una difícil realidad sudamericana y hasta habría que plantearse hacer un proyecto a nivel Cosat, para potenciar el continente. Insisto, el interior es la gran cantera. También pienso que Del Potro tiene que estar de cualquier forma en la Davis. Como no te podés imaginar una selección argentina de fútbol sin Messi, te lo dice cualquiera. Hoy el tenis pasa por Del Potro, te guste o no. No importa quién sea el capitán, el proyecto es lo que importa.

- ¿Cuando viste a Del Potro por primera vez pensaste que era distinto?

-Fue particular, porque como vivíamos en la misma ciudad, lo veíamos todos los días, no fue de un día para el otro. Hoy está mejor que nunca. Tiene un buen sistema, que es viajar con entrenador full time , similar a lo que hace Nadal. Ellos dos son los dos jugadores que más mejoraron en los últimos seis meses. Como equipo los veo madurando. No cambian ante la primera dificultad; al contrario, corrigen, evalúan. Vivieron cosas buenas y malas. Los próximos dos años serán muy buenos, todavía puede jugar mejor si no tiene lesiones.

- ¿Cómo ves el choque entre la Argentina e Italia por la Davis?

-La Argentina, como local y aun sin Del Potro, es un equipo durísimo. Jaite es buen capitán, Berlocq es duro, Pico se está recuperando. Si Fognini juega bien, es difícil. Pero la Argentina tiene 60% de posibilidades de ganar.