Roland Garros. Rafael Nadal: "Diez es un número impresionante, no sé si yo voy a ver a alguien que me supere"
Nadal dijo que lo emocionaron todos los homenajes y que disfruta este triunfo porque cada vez le quedan menos años para ganar Roland Garros
PARIS.- Fue, quizás, el momento más comprometido e incómodo de Rafael Nadal en este Roland Garros. Mientras le formulaban una pregunta en inglés, miró con cierta desesperación hacia su izquierda, buscando a su agente de comunicación, Benito Pérez Barbadillo, que justo no estaba en el tradicional asiento: no había un lugar disponible en la sala de conferencias, atestado de medios de prensa. Pasaron dos minutos y pidió directamente por él, que estaba en otro sector de la sala. Una charla breve y poco más tarde el alivio: apareció otro par de zapatillas. Las que tenía puestas indudablemente no le sentaban bien y su expresión es probable que no la haya tenido en todo el partido con Stan Wawrinka.
Tiempo de reflexiones del 10 veces campeón de París, con la gloria muy fresca. "Siento pasión por el tenis, por cada torneo que juego, porque en definitiva uno no sólo participa en Grand Slams. Cada semana tiene su atractivo. Ahora, este para mi es el torneo más importante del año. Es en el que me pongo más nervioso apenas llego, el que mayor tensión me genera. Esa sensación no ha cambiado. Y llevaba dos años sin poder jugar la final por diferentes circunstancias. Ganar por décima vez es muy importante para mi. Fue todo muy especial: la copa que me dieron de recuerdo, que me la entregara mi tío, el video que pasaron en la cancha, la bandera. No digo que fue lo más emocionante de mi vida porque aquí mismo pasé otros momentos muy emotivos, pero sí es un gran recuerdo que me quedará para siempre", señaló el español, y enseguida se refirió al significado de esa cantidad de títulos y de Grand Slams (15) que lleva conseguidos en 14 temporadas como profesional: "Son 15 Grand Slams. Nunca lo hubiera imaginado. Y 10 Roland Garros. Ese sí es un número impresionante. Si lo pude lograr yo, lo puede conseguir otro, pero se tienen que dar muchas circunstancias para llegar a diez títulos aquí. No sé si yo voy a ver a alguien que me supere".
Nadal no es muy grandilocuente ni de exagerar con sus logros. Le gustan, claro, y le enorgullece. "Cada vez son menos temporadas las que me quedan para ganar Roland Garros. El año pasado (NdR: debió retirarse en medio de la competencia) fue perdido, es una chance menos que tuve. Este año era una oportunidad para conseguir algo único e importante por cómo venía jugando. Pero son dos semanas y media de mucha tensión, con lo cual cuando se acaba y se logra el objetivo se produce un tremendo bajón de adrenalina al que hay que saber acomodarse. Bajás ese estado de alerta en el que estás durante la competencia".
¿Cómo vivió el partido? ¿Fue el más dificil del torneo? ¿Siente que ante Wawrinka fue su mejor producción? Nadal en su esencia: "El partido fue difícil en su comienzo. Siempre digo que todos miran los quiebres en los games de definición de sets, pero para mi los sets y los partidos, y también las finales, se empiezan a definir en los primeros juegos. Ahí donde tus sensaciones y convicciones pueden cambiar. Levanté un break en el 1-1 muy importante, porque si me quebraba ahí tal vez Wawrinka hubiese tomado un impulso incontrolable. No sé si fue el partido más difícil. Las semifinales y final lo son naturalmente por todo lo que encierran, pero creo que cuando la pasé peor fue en el segundo set con Benoit Paire (por la primera rueda: 6-1, 6-4 y 6-1). Y tampoco estoy seguro de que éste haya sido mi mejor partido. Dirán que sí porque es la final, pero a mi me gustó más como jugué cuando le gané a Basilashvili (6-0, 6-1 y 6-0)".
Suelta una sonrisa cuando celebra una humorada propia. Le preguntan si al ganar Federer en Australia y él en París se está viendo una nueva versión del clásico en una suerte de segunda parte de la vida deportiva de ambos. "O una tercera…", apunta. "Tuvimos los mejores resultados hasta aquí, nos repartimos los títulos. Creo que los dos disfrutamos lo que nos está pasando". Y al referirse al suizo, indirectamente se termina hablando sobre Wimbledon. "La gente toma como que sólo juego en polvo de ladrillo, pero llegué a cinco finales en el césped. Me encanta el pasto, me divierte y puedo hacerlo bien. Desde 2012, cuando tuve problemas de rodilla, que no hago buenos Wimbledon. Veremos cómo están mis rodillas. Los riesgos son más grandes porque tienen menos estabilidad en ese piso. Pero allá iremos, a probar. Y si gano los dos primeros partidos…", especificó.
No se imaginaba ganando 10 Roland Garros. "Veo mis imágenes del 2005, las de mi primer título, y creo que en esa época pensaba que en el 2017 iba a estar pescando en Mallorca y sin jugar al tenis. No suponía que iba a tener una carrera tan larga y de tantas victorias", confiesa. Entonces, estando bien físicamente, ¿hasta cuándo habrá Nadal? "No me lo planteo. Salvo alguien metódico, que tenga un plan de vida prefijado. Yo no soy así, soy bastante desordenado. Voy a seguir jugando hasta que sea feliz haciéndolo. El día que me levante y no tenga la ilusión de ir a entrenar, sabré que es el final. Y no me preocupa porque soy feliz haciendo otras cosas también. Cuando llegue ese momento, lo asimilaré y lo aceptaré".
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