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Acaso el tributo encienda la llama de la nostalgia; otra vez el recuerdo de Miguel Najdorf girará sobre el entorno de las endiabladas casillas de un cuadriculado tablero de ajedrez.
A partir de mañana, a las 14.30, en el salón Auditorium del shopping Abasto, un grupo de cuatro maestros argentinos y otros tantos polacos disputarán un match "Buenos Aires - Varsovia", en el marco de los festejos del XVII Festival Internacional en homenaje a la memoria del entrañable maestro.
Sin duda que en esta ocasión el plato fuerte del nuevo tributo a la figura de Miguel Najdorf, nacido en Varsovia el 15 de abril de 1910 y ciudadano argentino desde 1944 hasta su muerte, en Málaga (España), el 4 de julio de 1997, que incluirá exhibiciones simultáneas, torneos escolares y ping pong y un certamen abierto -para maestros y aficionados-, será la competencia entre los representantes olímpicos de ajedrez de ambos países.
El equipo visitante, integrado por los maestros Bartosz Socko, de 27 años; Bartlomiej Macieja, 29; Robert Kempinski, 29, y el juvenil Michal Olszewski, de 17, se enfrentará con los maestros locales Rubén Felgaer, de 25; Diego Flores, 23; Pablo Zarnicki, 33, y el experimentado Ariel Sorín, 39, en un match de partida y revancha que se desarrollará bajo el ritmo de competencia olímpica, de noventa minutos más un adicional de treinta segundos por jugada, para cada jugador. El duelo incluye además un match con partidas semirrápidas -a 15 minutos por jugador- que se desarrollará a doble rueda, el viernes, a partir de las 16.
Julio Macchi, vicepresidente de River Plate y presidente del Banco Ciudad, entregará al equipo ganador la copa de la entidad bancaria que estará en juego en esa competencia.
Ayer, en el Patio de Comidas del Abasto, los maestros argentinos y polacos compartieron con LA NACION el encuentro de la presentación junto a los organizadores y el árbitro Adrián Roldán. Sobre un escenario, y frente a un juego de ajedrez con piezas grandes, sus gestos fueron acompañados por las miradas de asombro de grandes y chicos que disfrutaban de la tarde con una recorrida por el centro comercial.
Mientras posaban alegres y distendidos, dejaron algunas impresiones sobre el duelo.
"Yo creo que será un match interesante y permitirá que los magistrales Najdorf recuperen el sentido que les había impulsado originariamente don Miguel", dijo Rubén Felgaer, N° 1 del ajedrez vernáculo, y completó: "El quería con sus torneos darles la posibilidad a los ajedrecistas argentinos que no podían viajar al exterior de traerles aquí a los mejores maestros extranjeros, y si bien desde 2001 hasta esta parte las competencias habían decaído en cuanto a calidad ahora me parece que se dio un pasito hacia adelante".
Robert Kempinski, de 29 años y con la experiencia de seis participaciones en olimpíadas de ajedrez, opinó: "Sabemos que los argentinos son muy buenos en ajedrez, pese a que no nos hemos enfrentado en las últimas olimpíadas en Calviá ni en Turín; pero conocemos la fuerza de juego de la mayoría de ellos".
Michal Olszewski, el más joven de los maestros, con 17 años y una sonrisa nerviosa dibujada en el rostro, sólo acota que se preparó especialmente para este match y que intentará sorprender a sus rivales.
Macieja, quizás el más recatado de los visitantes, contó de la emoción de participar en el festival. "Conocí a Najdorf en 1992; él tenía 82 años y yo 16, jugamos una partida y me ganó. Nunca me olvidaré de su vitalidad y de la fuerza de juego. Me parece mentira haber llegado hasta aquí."
El Festival Najdorf, una prueba con historia que alienta sueños y renueva la ilusión. Otra jugada de la memoria.


