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MONTEVIDEO.- Difícilmente vaya a olvidar todo lo que vivió anteayer José María Silva, el jockey que condujo a Relento y ganó el Gran Premio José Pedro Ramírez (G 1-2400 m), en Maroñas. No sólo porque consiguió festejar en su debut en la carrera cumbre de este lado del charco, sino porque, además, no dejó que ningún otro profesional lo eclipsara durante la extensa jornada, al destacarse con otras tres victorias, una de ellas con el caballo argentino Mr. Llers.
"Estoy emocionado y esto es un descontrol. Tal vez dentro de unos años me vaya a dar cuenta de lo que logré. Ahora sólo quiero disfrutarlo. Nunca soñé con ganar el Ramírez con apenas 19 años", confesaba tras la carrera el jinete. Era consciente de que se había adjudicado la prueba que todos desean tener en su legajo en el turf uruguayo, pero parecía como si quisiera conocer la magnitud de la situación y no pudiera lograrlo. Sonreía, miraba hacia todos lados y cada tanto soltaba una frase. Sus sensaciones fueron exteriorizándose más en hechos que en palabras.
Se paró en los estribos del caballo y, más tarde, también lo hizo en el auto descapotable en el que lo pasearon, ya con la Copa Diario El País en sus manos. La corona de rosas que le regalaron apenas concretó el triunfo perdió la mayor parte de las flores antes de bajarse de Relento, porque las arrancó y las arrojó al aire a cada paso, mientras un palafrenero se encargaba de guiarlo frente a las tribunas.
Tanta alegría no le impidió a Silva recordar en plena celebración a su colega Carlos Méndez, que montó al zaino en las tres carreras anteriores, mientras se recuperaba de una lesión el chico de Paysandú. "Le agradezco por haberme devuelto el caballo. El podía haberlo corrido. Y me hizo ganar el Ramírez", aseguró José, cuya llegada a la montura del ejemplar brasileño coincidió con el inicio de la serie de nueve victorias y su regreso, al del éxito más trascendente.
Sexto en la estadística en su primera temporada completa en Maroñas, Silva también había ganado en la tarde del Ramírez un año atrás, pero como aprendiz, etapa que dejó en el camino raudamente. No le pesó la responsabilidad de montar al favorito pese a su corto millaje en la pista de Maroñas. "Yo tenía que hacer mi juego adelante. A mi caballo no es fácil seguirle el galope y no había motivos para improvisar otro desarrollo porque fueran a presionarme", sentenció. El resultado confirma sus palabras.
Un accidente sin consecuencias serias sufrió Abel Giorgis al caer de la montura de Indio del Sur en la suelta de la décima. El jinete fue dado de alta tras comprobarse que no había sufrido lesiones. Jorge Ricardo actuó en San Isidro apenas llegado de Montevideo, donde participó de la jornada del Ramírez. Aquí ganó ayer la quinta prueba con Estrombótico. La recaudación fue de 1.550.484 pesos.


