Un nuevo comienzo
La primera noticia publicada en LA NACION sobre carreras de caballos data del 20 de febrero de 1870, dos meses después de la fundación del diario. Muy luego vendrían las de patinaje, esgrima y fútbol, siempre bajo el título de Crónicas del día. Faltaba tiempo, también, para la creación de la sección Sport.
Los registros de la época dicen que aquel domingo, en la primera página de las cuatro que hacía LA NACION en su formato de 87 centímetros de alto por 65 de ancho, se publicó bajo el encabezamiento de Caballos y yeguas de carrera, una información cablegráfica que decía: "El general norteamericano Kilpatrick ha introducido en Santiago de Chile cuatro notabilidades de la raza caballar. El potro Lincoln, de 5 años, trota una milla inglesa en dos minutos y treinta y cinco segundos".
Pasaron 145 años desde entonces con el diario, siempre, contándoles a los lectores qué ocurría en los hipódromos nacionales y extranjeros; dando nota de una pasión que ha movilizado multitudes.
La hípica y LA NACION han sido indisolubles por casi un siglo y medio y lo seguirán siendo. Desde mañana no sólo en las páginas de la Deportiva se podrán encontrar noticias e historias de caballos, sino también el lector podrá seguir su tema favorito en Canchallena. Además, dejarán de publicarse las tablas con los resultados. Apuntamos, está dicho, a otro tipo de cobertura.
El turf, pues, se diversifica en LA NACION. Se hablará de pingos, jockeys y entrenadores en el print y en la web, narrando esos finales de hacha y tiza que levantan a las tribunas; opinando con nuestros especialistas o ayudando al lector a descubrir esa fija salvadora, "que se brinda por amistad", como cantaba Carlitos Gardel en "Preparate pal domingo".
En el diario en papel las historias sobre turf tendrán su lugar, tal como sucede en los principales periódicos del mundo. A veces ganarán espacio por su importancia y otras perderán por una cabeza.
Pero el diario es hoy mucho más que papel. En Canchallena el mundo de los caballos de carrera será abordado con las nuevas herramientas de la era digital, con más fotos, incluso videos, además de presencia en las redes sociales para estar más cerca de los fanáticos de los Yatasto. Dicho de otra manera, el modo de atender el turf se renueva, ofreciéndole todas las plataformas.
Así, por ejemplo, un Gran Premio Nacional, de Palermo, o un Carlos Pellegrini, de San Isidro, será atendido desde distintos ángulos. Porque el turf es deporte, espectáculo, industria, economía, cultura, sociedad, y desde el comienzo todo eso le importó a LA NACION. La campana de largada para la nueva manera de vivirlo ya suena. Falta, entonces, que se abran las gateras.
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