Vélez empujó a Colón a una zona de riesgo

Un Vélez relajado, con Mauro Zárate inspirado para buscar el arco de Montoya, terminó de romper la burbuja en que Colón vivió durante varias fechas, cuando era puntero y se alejaba de ese destino al que parecía condenado a principios de año: el descenso. Ese riesgo reaparece ahora para el equipo de Osella, que nunca se confundió y supo que el objetivo era mantener un lugar en primera división que estuvo amenazado por el club devastado que dejó Lerche, la imposibilidad de reforzarse, el descuento de seis puntos por parte de la FIFA a causa de una deuda, la no presentación en el semestre pasado a jugar contra Atlético Rafaela por recomendación de Agremiados, debido a los sueldos impagos al plantel...

Todo ese panorama nefasto, Colón lo venía combatiendo con sacrificio y el espíritu competitivo que le inculcó Osella a un equipo que le dio prioridad a ser compacto para luego aprovechar algún contraataque o descuido rival. Sin sobrarle nada se convirtió en una sorpresa, en una revelación, hasta que las fuerzas empezaron a flaquear y las dudas se instalaron en un grupo que antes manejaba más certezas.

"No podemos regalar los primeros 15 minutos como lo hicimos. No podemos arrancar así ante un equipo como Vélez", dijo Osella, en referencia a los dos goles de Mauro Zárate, a los 6 y 14 minutos, tras muy buenas jugadas de Pratto, en el primero, y del juvenil Pérez Acuña, en el segundo. Zárate, que se consolidó como goleador del Final, con 11 (tres más que Carillo), admitió que el de ayer pudo ser el encuentro despedida ante el hincha de Vélez. Algunas informaciones lo ubican en Villarreal a partir del próximo semestre.

Ya descendidos Argentinos y All Boys, ahora Colón y Rafaela están igualados en el promedio del tercer equipo que bajará de categoría. A falta de una fecha, hoy estarían jugando un desempate. Colón recibirá al ya salvado Olimpo y Rafaela visitará a Arsenal.

"Si a principios de año nos decían que llegaríamos a la última fecha en esta situación, con posibilidades de salvarnos, habríamos firmado", expresó Osella, a quien no le falta razón, aunque es consciente de que deberá levantar a un equipo que no ganó en los últimos cuatro partidos (dos empates y dos derrotas) y ve fantasmas que parecían alejados.