Tras un maratónico viaje de más de 30 horas, ¿cómo se recupera una selección para la alta competencia?

HALIFAX, Canadá.- La selección argentina de voleibol arribó pasado el mediodía a la ciudad canadiense de Halifax luego de un maratónico viaje que le demandó más de 30 horas por demoras en los vuelos y pérdida de conexiones. Sin descanso, el desafío del cuerpo técnico y médico del equipo nacional fue recuperar al plantel de cara al primer encuentro del viernes ante el anfitrión, por la tercera semana de competencia de la Liga Mundial.

"La verdad que hay que ponderar la buena predisposición y buena onda del equipo ante un viaje con muchas adversidades. No hubo broncas ni caras largas y el grupo intentó siempre tomarse con risas cada contratiempo", le contó a canchallena.com el técnico Julián Álvarez, a cargo del plantel ante ausencia de Julio Velasco, que se quedó en Buenos Aires entrenando con otro grupo de jugadores.

El itinerario marcaba salida bien temprano el lunes desde Ezeiza hacia Bogotá, trasbordo en la capital colombiana hacia Toronto y llegada cerca de las 2 de la mañana al destino final en Halifax, la capital de la provincia canadiense de Nueva Escocia.

Sin embargo, un desperfecto en el segundo avión generó una estadía de ocho horas extra en el aeropuerto El Dorado de Bogotá y la pérdida de la conexión directa hacia Halifax. De tal manera, que la delegación llegó cerca de las tres de la mañana a Toronto y tuvo que esperar otras seis horas para conectar hacia la sede de los dos partidos que disputará desde el viernes.

Este viaje recordó aquel de 2011 que tuvo dos fallidos intentos de despegue en la partida desde Buenos Aires y un regreso en etapas con paradas no programadas en Madrid y Asunción por las cenizas del volcán chileno Puyehue.

El reloj marcó casi 32 horas desde el encuentro en Ezeiza hasta el desembarco en el hotel Future Inns Halifax.

El trabajo del cuerpo técnico se basó en recuperar al plantel para llegar en óptimas condiciones al partido ante Canadá por el grupo C de la Liga Mundial.

"Lo importante ahora es la relajación, que estiren bien los músculos y que descansen. Si para cualquier persona es incómodo viajar tanto en avión para estos jugadores es aún más por su altura que los hace contorsionarse todos y genera contracturas", comentó el médico del plantel, Aldo Bustos.

Estas indicaciones médicas, acompañadas de un almuerzo rápido basado en pescado, verduras, pastas y frutas fue la rápida reacción que decidió el equipo técnico-médico de la selección, encabezado por el manager Osvaldo Celia. "La hidratación en estos casos también es clave y, más allá de la siesta para reponer energías, es vital que en un contexto sin diferencia horaria podamos garantizar una noche con sueño profundo previo al último día de entrenamiento antes de la alta competencia", completó el médico del plantel.

Asimismo, el kinesiólogo Gustavo De Renzis estableció una sesión abierta para los doce jugadores para tratar de recuperar los músculos de cara al ensayo nocturno liviano que programó el cuerpo técnico para la tarde-noche.

"La kinesiología tiene un trabajo preventivo y de recuperación. En este caso trabajamos con los jugadores a los que el viaje les pudo haber dejado contracturas fuertes o malestares musculares", explicó De Renzis.

Una práctica de una hora y media, ducha rápida en el complejo Scotiabank Centre, cena en el hotel y un rápido reencuentro con el sueño es la programación de un día muy largo que motivó la alteración de los planes originales y la reacción rápida para tratar de llegar en óptimas condiciones al primer duelo ante los canadienses.

Truco, música y mate, la receta para pasar el tiempo

No es fácil para cualquier persona superar las largas esperas en los aeropuertos y este plantel argentino de voleibol no fue la excepción. Tanto en las seis horas de espera en Bogotá como en las otras cinco en Toronto, los integrantes de la delegación decidieron destinarle esos tiempos muertos al truco, la música y las infaltables recorridas por los free shops.

Con parlantes y música que iba desde la cumbia a David Guetta, los jugadores hicieron un búnker alrededor de los stands de recarga de equipos electrónicos. Es que los teléfonos y tablets eran prácticamente una necesidad para paliar las esperas.