En la muestra se exhibieron la eficiencia productiva y el interés por la maquinaria agrícola del país vecino
ESTEIO, Rio Grande do Sul, Brasil.- Arriba y adelante. Dos palabras que utilizó una productora agropecuaria brasileña para definir el estado general del sector agropecuario en este país, y en particular en el sur, la región más integrada en su agricultura y ganadería.
En los últimos 10 años, Brasil aumentó su área sembrada un 30% mientras que su producción de granos, en toneladas, creció el 80 por ciento. Eficiencia productiva por hectárea es el claro resultado de fuertes inversiones en tecnología que van desde la semilla hasta la maquinaria, una mejor capacidad de gerenciamiento y el Estado interviniendo con una oferta crediticia que los productores utilizan masivamente: préstamos a veinte años para adquirir bienes de capital de hasta 200.000 dólares, se empiezan a pagar al tercer año y con intereses que van del 4 al 6% anual.
En el know-how agrícola, los productores brasileños todavía no están jugando en primera, de hecho no está tan difundida como acá la agricultura de precisión, pero apuntan a eso y todo indica que llegarán pronto. Si bien los campos del sur del país -la región agrícola más rica- son irregulares y más difíciles de trabajar que los de la pampa húmeda, no obstaculizan el crecimiento tecnológico.
La incorporación de la siembra directa -que hoy llega al 50% de la superficie, mientras que la Argentina supera el 80%- es creciente, pero mucho más la tecnología de poscosecha y tecnología de precisión. "Están invirtiendo fuertemente en tecnología agrícola y ganadera en general, pero lo que más están incorporando son elementos para cosecha y poscosecha: extractoras, embutidoras de granos y tolvas autodescargables. Para los agricultores locales son tecnologías relativamente nuevas", explicó Danilo Gribaudo, director de comercio internacional de la empresa Ombú, que junto con Akron fueron las dos únicas compañías argentinas de maquinaria agrícola con stands en Expointer, una tradicional exposición agroganadera que se realiza anualmente a 25 kilómetros de Porto Alegre.
La escala productiva
En Río Grande do Sul la mayoría de los productores son de escala mediana a chica, con explotaciones mixtas que promedian las 200 hectáreas. "Hay muchos productores con 20 o 30 vacas, pero que invierten en equipos cuando saben que la tecnología les va a generar ganancias inmediatas, y la industria de maquinarias les está resolviendo problemas con los implementos adecuados. A su vez, eso hace que los hijos de esos productores se queden en el campo porque los entusiasma la incorporación de tecnología", expresa Carlos Antoniolli, gerente general de Ipacol, una empresa local que produce mixers y estiercoleras, y que acaba de lanzar al mercado una moderna picadora autopropulsada con bajo ancho de labor (4 a 5 surcos de maíz) pero que, además, sacando el equipamiento de picado puede funcionar con las mismas prestaciones de un tractor. "Esta máquina es muy versátil para productores pequeños, por el tipo de explotación que hay aquí y donde las parcelas son reducidas y los campos muy ondulados", indica Antoniolli, quien además diseñó el equipo.
Oscar Murray, gerente de comercio exterior de Básculas Magris, con sede en Rufino, Santa Fe, es otro de los beneficiados por el crecimiento tecnológico del sector agropecuario en Brasil. "Nosotros les proveemos balanzas para incorporar en tolvas y mixers a varias empresas brasileñas y es impresionante la demanda que tenemos. Cada vez están sumando más tecnología en sus equipos."
Sin incluir tractores ni cosechadoras, el sector fabricante brasileño vende a razón de 7000 millones de dólares anuales. Exporta por mil millones e importa por quinientos millones. Pero la sobrevaluación del real ha provocado un aumento del 66% en las importaciones comparando el primer semestre de 2010 con el mismo período de este año. A su vez, las exportaciones decrecieron un 75%. "Queremos condiciones competitivas para producir. Cada vez se importan más componentes de los Estados Unidos, Francia, Alemania e Italia. Están comprando máquinas y agropartes un 40% más barato", dice Celso Luis Casale, presidente de la Cámara Sectorial de Implementos Agrícolas de Brasil (Abimaq), que representa a 405 empresas.
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