En un artículo, Reuters reflejó la expansión del pistacho en la Argentina y por qué aumenta su producción y demanda
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En San Juan, el pistacho dejó de ser una apuesta exótica para transformarse en una nueva economía regional en expansión. En los últimos años, el cultivo ganó terreno al calor de la demanda global y de productos como el chocolate de Dubái relleno con pistacho, que empujaron aún más el consumo. Hoy, las hileras de árboles con frutos amarillos empiezan a marcar el paisaje seco del oeste argentino, donde el clima árido y los inviernos fríos generan condiciones ideales.
Así lo reflejó un artículo de Reuters, escrito por la periodista Leila Miller, donde se detalla cómo este cultivo pasó de ser marginal a un actor incipiente dentro del mapa agroindustrial argentino. Vale recordar que LA NACION en diversas oportunidades también abordó el auge de este producto que muchos consideran el “oro verde”.
Según datos citados con el informe de la Red Nacional de Estudio de los Pistachos en la Argentina —creada en 2023— la superficie sembrada se quintuplicó en apenas cinco años y ya ronda las 10.000 hectáreas. La mayor parte está concentrada en San Juan, aunque también hay desarrollos en Mendoza, San Luis y La Pampa. El potencial, explican los especialistas, es mucho mayor: la red identificó unos 65.000 km² con condiciones aptas para expandir la producción.

A diferencia de Estados Unidos, Irán o Turquía —hoy líderes globales— la Argentina todavía ocupa un lugar menor. Pero tiene una ventaja competitiva que el sector mira con atención: es el único productor relevante del continente, lo que le permitiría abastecer a los mercados cuando el hemisferio norte está fuera de temporada, destaca la publicación de la agencia Reuters.
“Sin duda, Argentina se puede convertir en un gran productor”, afirmó, citado por la agencia de noticias, Alberto Aguilera, responsable de los pistacheros que SolFrut desarrolla en San Juan. La empresa ya tiene casi 1100 hectáreas implantadas y espera comenzar a cosechar en 2027. “Tiene la tierra, el agua y las condiciones climáticas”, agregó.
El boom también llegó a las góndolas, según se explicó. La agencia de noticias remarcó que la tendencia impulsó no solo snacks y granos como materia prima, sino también derivados como helados, pastelería y hasta alfajores con crema de pistacho. “La gente no se cansa de ellos”, señaló Stephen Vasquez, director ejecutivo del Comité Administrativo de Pistachos de Estados Unidos.
Las plantas en la Argentina se desarrollan mayormente con portainjertos californianos, donde hay 200.000 hectáreas dedicadas al cultivo. Y la demanda crece más rápido que la oferta. “Tenemos mucha demanda insatisfecha que no podemos cubrir”, indicó Maximiliano Ighani, hijo del pionero del pistacho en el país y administrador de la empresa familiar Pisté. Desde 2023, la firma más que duplicó su producción y espera alcanzar 400.000 plantas en 2025.

Su padre, Marcelo Ighani, recordó la reacción que generó su apuesta inicial en los años 80 en San Juan: “Dijeron que estaba loco”, contó a Reuters.
Según un informe del Consejo Federal de Inversiones, entre un tercio y la mitad de los pistachos locales se exportan, principalmente a Italia, Rusia, Australia y países latinoamericanos.
La inversión necesaria para entrar al negocio es alta. SolFrut, por ejemplo, destina 30.000 dólares por hectárea, según el reporte. José Chediack, presidente del Grupo Phronesis —dueño de la compañía— reconoció que el sector atraviesa un gran momento, pero marcó una cuota de prudencia sobre su duración.
La expansión del pistacho también coincide con un momento de cambio para el sector vitivinícola. La caída del consumo global de vino aceleró la reconversión productiva en fincas de San Juan y Mendoza, se consignó.
Ramiro Martins, productor mendocino, decidió diversificar: implantó 100 hectáreas de pistachos y reconvirtió viñedos a almendras y nueces. “Entendimos que el mercado iba para costumbres más saludables”, explicó. “Realmente tenemos puesta mucha esperanza y suerte en este proyecto”.

Con cerca de 800.000 habitantes, San Juan ya vive el efecto en su economía. Allí, el pistacho es hoy el tercer cultivo en superficie, detrás de olivos y viñedos. “El pistacho tendrá un impacto muy fuerte en la economía de San Juan”, afirmó Miguel Moreno, secretario provincial de Agricultura. “Esta demanda sostenida ha sorprendido a todos y creo que es un incentivo para las inversiones a largo plazo”.
El fenómeno se siente en heladerías que ofrecen versiones como pistacho con chocolate blanco o pistacho estilo Dubái y fábricas de alfajores sumaron líneas de productos.
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