Se lograron diferencias de rinde con respecto al modelo sudafricano
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BOTHAVILLE.- El principal problema que enfrenta la agricultura sudafricana es evidentemente la falta de agua. Con altas temperaturas, la mayor parte del territorio tiene precipitaciones menores a los 600 milímetros anuales. En cuanto a los suelos son muy parecidos a los argentinos (arenosos, arcillosos, francos).
Estas circunstancias hacen que el ahorro de agua que produce el sistema de la siembra directa sea clave para el desarrollo.
En 2011 se firmó un acuerdo de cooperación técnica entre la sudafricana Grain S.A , la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) la fundación Cidter y el INTA, con el propósito de mejorar la productividad de los cultivos utilizando tecnología argentina y de esta forma promocionar la exportación de maquinaria agrícola, insumos y servicios al continente africano.
Se realizaron seis ensayos en tres zonas distintas durante 4 ciclos agrícolas, comparando el sistema tradicional africano con el paquete argentino de siembra directa, que incluía máquinas, insumos y asesoramiento argentino.
Los resultados obtenidos en los ensayos durante estos años fueron muy alentadores con aumentos del 40 % en los rendimientos del maíz y del 20% en soja. Además y como dato no menor, se registró una disminución del 25% de los costos de maíz y soja.
En el desembarco de tecnología argentina en el continente africano hay que destacar el proyecto coordinado por el ingeniero agrónomo Miguel Bosch del Grupo BXR Agro en Mozambique. Actualmente están sembrando 3000 hectáreas de cultivos agrícolas, maíz y soja, utilizando sembradoras y pulverizadoras argentinas a las que se sumó recientemente la fertilizadora Metalfor FSA 4000.
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