Murió Ricardo Lanusse, el consignatario de hacienda que dejó un legado solidario

Un profundo dolor en el sector ganadero causó la muerte ayer de Ricardo Lanusse, a los 85 años, que, entre su larga trayectoria, fue presidente del Centro de Consignatarios de Productos del País y tuvo a su cargo durante 45 años la dirección de la firma del rubro Pedro y Antonio Lanusse SA. Casado con Teresa Bunge, tuvo cinco hijos.

Su vida no solo estuvo dedicada a lo empresarial, sino que se abocó a las tareas solidarias. En los últimos ocho años participó como uno de los referentes de la Fundación Espartanos, que propicia la práctica del rugby en las cárceles como instrumento de superación y reinserción social.

De profesión era ingeniero agrónomo, pero nunca la ejerció porque a él le gustaba rematar ganado en el Mercado de Hacienda de Liniers. Juró como martillero y dedicó su vida a la comercialización de ganado. Se desarrolló principalmente en Pedro y Antonio Lanusse SA, de la que fue presidente los últimos 45 años de la empresa, hasta que en 1994 la compañía cerró por problemas financieros.

Fue electo por primera vez como presidente de la cámara de consignatarios en 1958. Luego tuvo dos mandatos más, en 1975 y 1983. “Defendió y luchó firmemente” en favor de la entidad, lo recuerdan hoy. En el Mercado de Hacienda de Liniers era conocido como “Ricardito”, para distinguirlo de su padre, de quien él siguió los pasos.

En el sector coinciden en describirlo como una muy buena persona que amaba su trabajo, de aquellos que siempre llegaba al mercado primero y se iba último. “Todo lo que escriban de él es poco en lo que se refiere al tipo de persona que era”, dijo Julio Novillo Astrada, quien conocía a Lanusse desde el colegio Champagnat, donde los dos estudiaron.

Hubo tres hechos que marcaron su vida, cuentan desde su entorno. El primero fue en 1985, cuando estuvo secuestrado durante nueve días. En aquel momento se adjudicó el hecho al clan Puccio, pero nunca se pudo comprobar quiénes fueron los autores del hecho. El día que fue liberado, Lanusse declaró a la prensa: “Para mí es un milagro que esté con vida, que esté nuevamente aquí entre todos ustedes. Yo soy católico, soy cristiano, creo en Dios, mi fe me ha sostenido durante estos días junto con las oraciones de mi familia, de mis amigos y de los que me conocen”.

Una frase que lo caracterizó

Otro hecho que lo marcó fue una enfermedad y posterior muerte de uno de sus hijos, de 29 años. Y, paralelamente, afrontó las dificultades financieras de la empresa consignataria que terminó en una quiebra. La caída de la firma, de 145 años de antigüedad, fue un golpe muy fuerte para él, que decidió retirarse por unos años. Con el tiempo, por pedido de sus amigos e incentivado por su familia, lentamente comenzó de nuevo a acercarse al negocio ganadero. Hasta que finalmente se asoció en la consignataria Madelan SA, en donde trascurrió sus últimos años profesionales. También participó en diversas mesas de directorios de empresas que nada tenían que ver con el agro, “pero lo invitaban por su calidad de persona”, contaron a LA NACION.

“Él superaba todo a través de la fe y su convencimiento sobre los principios, los valores y el amor a los demás. Tenía una frase que lo caracterizaba y así llevó su vida: Dios nunca te probará más allá de tus fuerzas”, lo describieron.

La Fundación Espartanos lo despidió en su cuenta de Facebook: “Ricardo fue un bastión espiritual para nosotros y para los Espartanos que pudieron escuchar su voz. Sus prédicas fueron absorbidas por chicos que necesitaban de una voz paternal que los quisiera de verdad”. Agregaron: “Agradecemos por su vida y nos unimos al duelo que embarga a su familia, amigos y seres queridos, a quienes hacemos llegar nuestras sentidas palabras. Ricardo, gracias por tanto”.

Oscar Subarroca, presidente del Mercado de Hacienda de Liniers, lo recordó ante LA NACION: “Como presidente del Mercado de Liniers y con 45 años de trayectoria dentro del mercado, recuerdo de su sobrada experiencia para con la actividad. Experiencia que supo brindarle a todos los colegas”.

Lo definió como una persona “muy querida” en el medio. “Creo que todos lo respetamos y sentimos un gran orgullo de haber tenido un profesional como él en las consignaciones de hacienda o como presidente de una casa consignataria. No tengo más palabras para decir. Yo hacía ya muchos años que no lo veía pero el afecto siempre está por una persona que ha hecho mucho por el Centro de Consignatarios y por el Mercado de Liniers”. Los restos de Ricardo Lanusse fueron inhumados en Parque Memorial en Pilar.