
Conflicto familiar en Nougués Hnos.
Disputa: uno de los miembros de la familia está acusado de cometer irregularidades dentro del grupo empresarial que cotiza en la Bolsa de Comercio.
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Nougués Hermanos era, hace unos años, uno de los grupos empresariales más importantes de la provincia del Tucumán, dedicado inicialmente al cultivo de la caña de azúcar.
Hoy, los descendientes de su fundador, Juan Nougués, están enfrascados en una pelea familiar por el control de la compañía agropecuaria que no tiene por el momento una definición clara.
El francés Juan Nougués tuvo una característica muy particular: fue soldado en dos batallas para dos ejércitos de distinta bandera, al formar parte de la tropa de Napoleón, en Waterloo, y pelear para San Martín en su Ejército de los Andes, en Cancha Rayada.
Llegó a la Argentina en 1826, proveniente de Boutx, cerca de los Pirineos galos. Se casó con la tucumana Josefa Romero y se radicó en la provincia donde diez años antes se juró la independencia argentina del reino de España.
El ex hombre de armas cultivó caña de azúcar en terrenos cedidos por el Gobierno como premio a su valor militar, algo usual en esa época. La fortuna comenzó a crecer y el apellido Nougués pasó a ser para muchos argentinos el más importante de Tucumán y uno de los más notorios del país.
Hoy, sus descendientes, dueños de la firma agropecuaria Nougués Hermanos, que cotiza en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, acusan a Fernando Secundino del Corazón de Jesús Nougués, uno de los socios de la firma, por la venta de un campo presuntamente sin el consentimiento de la sociedad familiar.
Fernando es abogado, tiene 63 años y no se habla con sus familiares. De Alejandro, Carlos María y Ambrosio tataranietos del primer Nougués es tío lejano. Los contactos necesarios se realizan mediante terceros.
Dentro de Nougués Hermanos perdió su poder, pero tiene algunas tenencias en sociedades menores de la empresa. Su hija y su yerno suman 80.000 acciones en la firma y son su voz cantante en las asambleas.
Siete meses atrás, este empresario se encerró en un campo de Lules, Tucumán, con documentación vital de la compañía, lo que desató un escándalo de proporciones.
Hace unos días, sin embargo, permitió el ingreso de sus familiares en el predio, acción penal mediante.
Una serie de acusaciones
La firma Nougués Hermanos suspendió su cotización en la Bolsa de Comercio, aunque sus representantes dicen confiar en que volverán a las pantallas de operaciones en los próximos tres meses, luego de que se saneen sus números, lo que eventualmente permitiría devolverle la tranquilidad perdida a sus accionistas.
Fernando Secundino del Corazón Nougués, como presidente de Nougués Hermanos, vendió -sin el consentimiento del directorio- un campo de 15.000 hectáreas en Formosa en $ 1,5 millón en connivencia con Oscar Teodoro Luzzi y Elio Cacharelli -dos accionistas-, según relatan sus familiares Alejandro, Carlos María y Ambrosio. Estos últimos sostienen, además, que el precio de la operación sería irrisorio.
También mencionan que habría otras anormalidades en la sociedad empresarial. Entre ellas -dicen- se destacan el no pago de impuestos -la deuda con la DGI asciende a $ 1,2 millón-, el llamativo incremento de la fortuna de Fernando Nogués y la venta de otros bienes de la compañía a precios desproporcionados.
Acorralado judicialmente, Fernando se encerró en septiembre último -con seguridad privada en la tranquera- en el campo de 1200 hectáreas, en Lules, donde se encontraba documentación de vital importancia para la sociedad, ya que allí funciona la administración de la compañía. Su mandato como presidente había terminado y la asamblea de accionistas le ofreció a Manuel Herrera, ex directivo de la UIA y, en algún momento, cercano al Frepaso, la presidencia de la firma, que asumió el 1º de noviembre último. Por otra parte, los accionistas plantearon un juicio de nulidad de la venta del campo de Formosa.
El resto de los Nougués efectuó dos denuncias penales: una en el juzgado número 35 de la Capital Federal para allanar la casa de Fernando en Buenos Aires y otra en los tribunales de Tucumán por "retención indebida" de propiedad e instrumentos públicos de la sociedad.
Herrera, junto con un escribano, quiso entrar en la finca en marzo y los guardias particulares no los dejaron.
Dicen que hasta hubo forcejeos. El objetivo era pagarles el sueldo de febrero a las 60 personas del campo que todavía no habían cobrado.
El 30 de abril último, Fernando Nougués entregó su defensa de la propiedad en Tucumán. Los directivos de Nougués Hermanos encontraron parte de la documentación buscada en un armario cerrado con candados y están revisando los papeles para poder presentar en la Bolsa el balance trimestral cerrado a septiembre 1997. Pero se llevaron una sorpresa. Entre diciembre y abril últimos, según dicen, Fernando firmó contratos de arriendo de 200 hectáreas dentro del campo de Lules con distintos inversores. Ya cobró $ 50.000 por adelantado y los documentos están en su poder.
Nougués Hermanos, desde mayo de 1997, cuando comenzaron los problemas internos, pidió suspender la cotización de su acción en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, pero siguió enviando cartas a las autoridades bursátiles en las que relataba los sucesos casi novelescos que fueron ocurriendo. El 25% del capital de la firma está en manos de inversores individuales. No es un papel de mucho movimiento, aunque figura en el panel bursátil desde 1961. El restante 75% están en manos principalmente de la familia Nougués.
"En tres meses creemos que estaremos en condiciones de volver a cotizar. La deuda impositiva está en plan de normalización", le dijo a La Nación , Manuel Herrera.






