
De un telar automático a la industria automotriz
Su historia comenzó en un rubro muy distinto. A finales del siglo XIX, Sakichi Toyoda inventó el primer telar automático en Japón, que produjo un quiebre en la industria textil del país. En 1929, durante los albores de la industria automotriz, el inventor decidió vender los derechos de sus patentes de telares a una empresa británica e invirtió sus ingresos en el primer vehículo Toyoda.
En 1932 Kiichiro, hijo de Sakichi, funda la División Automotriz de Toyoda Automatic Loom y, cuatro años más tarde, la empresa lanza una competencia abierta al público para diseñar un nuevo logo. El proceso dio como resultado la reformulación del nombre de la marca, que pasó a llamarse Toyota. "La transición se funda en el hecho de que en el idioma japonés las consonantes mudas suenan más atractivas que las consonantes sonoras", explica Daniel Afione, gerente general de asuntos corporativos de Toyota Argentina.
Pasada la posguerra, Toyota se convirtió en el mayor fabricante de vehículos de Japón, con más del 40% del mercado. La producción de vehículos fuera del país nipón arrancó en 1959 en una pequeña planta en Brasil, y continuó con una creciente red de plantas industriales alrededor del mundo.
En 1989, se presentó el isologo, que permanece hasta ahora. El logotipo de Toyota tiene tres óvalos. "Dos de ellos representan el corazón del cliente y el corazón de la empresa, y significan una relación de beneficio mutuo y confianza entre unos y otros", señala Afione.
En la actualidad, la empresa tiene sesenta y ocho plantas en veintiocho países y emplea a más de 325.000 personas. Sus modelos se venden en más de 160 países y regiones en el mundo. La empresa llegó a la Argentina en 1997 y, desde entonces, ya lleva vendidos alrededor de 390.000 vehículos.




