Dublín: es argentino y por el coronavirus está por triplicar las ventas de licor
Desafíos y reinvención son conceptos que están adquiriendo cada vez más relevancia durante el aislamiento social y preventivo para afrontar la crisis sanitaria por coronavirus. Una de estas concepciones las adoptó Diego Menéndez, un argentino que desde hace 10 años vive en Dublín, capital de Irlanda, quien durante la cuarentena pudo ver cómo su negocio salió a flote y superó las ventas esperadas de la temporada, pese a la situación en la que está el mundo.
Hace menos de un año, Menéndez fundó junto a siete amigos, entre los que está otro argentino, una compañía que distribuye bebidas alcohólicas a locales de los que también tienen un porcentaje de las acciones. Y desde que inició la cuarentena en ese país, su negocio se disparó en un 230%, una suma exorbitante que ninguno de los socios se lo esperaba, según cuenta el empresario.
"La gente no compra lo que quiere, sino compra lo puede porque hay tanta demanda de alcohol en estos días que la gente no encuentra sus bebidas preferidas y termina llevándose otra marca", dice Menéndez del otro lado del teléfono.
Las bebidas alcohólicas fueron consideradas un "producto esencial" desde que comenzó el aislamiento social y preventivo el pasado 27 de marzo, decretado por el primer ministro irlandés, Leo Varadkar. Por ese motivo, la mayoría de los negocios relacionados con la venta y distribución de licores, dispararon las ventas hasta alcanzar márgenes inusitados.
El consumo de alcohol, por ejemplo, llegó a un 350% en menos de un mes y se espera que ese porcentaje se amplíe en las próximas semanas.
Normalmente, en el país europeo se consumen 41 litros entre gin tonic y vodka per cápita. En el caso del vino, 116 litros por persona por año y 445 pintas de cervezas per cápita.
Parnell Drinks Distribution, la empresa fundada por Menéndez y sus amigos, normalmente vende 1000 botellas por mes, pero en el último registro dio cuenta que ese valor alcanzó las 2300 en el tiempo que va de cuarentena en Irlanda. Según extendió el empresario, las vinotecas, licorerías y cervecerías se declararon "actividades necesarias".
El trabajo de Parnell es puramente de logístico. La compañía, que a su vez trabaja con las principales marcas de licores europeos, adquiere pequeños porcentajes de las acciones de los locales con los que trabajan en y otros países de Europa. El funcionamiento se caracteriza, principalmente, por el sistema "sale ful" que consiste en que el comprador le pide a Parnell la cantidad y tipo de bebidas y estos se encargan de gestionar la compra directamente con el productor.
"Como nuestros clientes tienen mejores contratos que nosotros con los distribuidores, ellos solo se encargan de ir a buscar las bebidas a los depósitos o bodegas y nosotros gestionamos lo demás. Con esto, nos evitamos de depósitos de los gastos administrativos y el resto de los costos operativos. Es un negocio muy simple", explica.
"El coronavirus no es tan fuerte como en la Argentina. Te dejan hacer ejercicio en la calle, pero no pueden haber dos personas juntas, a menos que sean tus hijos. Las destilerías están abiertas, trabajando y produciendo alcohol para ayudar a hospitales", extendió el empresario.
Menéndez también fundó, junto a otros amigos argentinos, el club de rugby llamado Dublin Dogos que juega en la división 3 de la liga de la provincia de Leinster. Está casado con Elyena, una irlandesa a quien conoció en el partido en el que los Pumas cayeron 21-19 contra Irlanda en 2004 en el Lansdowne Road.