Economía 2021. Emitirán para cubrir el rojo del Estado y habrá suba de tarifas

El Gobierno planteó sus supuestos económicos para 2021. Los cálculos de Martín Guzmán, según el proyecto de ley de presupuesto que se envió al Congreso, pronostican para el año próximo una recuperación de la actividad que no compensa la caída histórica de este año, una desaceleración de la inflación y aumentos reales de salarios con base en un dólar que se encarece, pero menos que los demás precios. Habla de un rojo de caja inferior al de este año gracias a nuevos ingresos y menores gastos. Ese bache será financiado mayormente con emisión monetaria.

En un año de elecciones, habrá subas de tarifas y ya no estarán vigentes los programas oficiales para sostener a los trabajadores y las empresas durante la pandemia.

El ministro de Economía, que explicará los detalles de su iniciativa la semana que viene en la Cámara baja, afirmó que su proyecto se basa en dos principios. El primero es que, sin recuperación de la actividad económica, no hay estabilización posible. En ese sentido, señaló que el Estado tendrá un rol clave a la hora de pensar la tracción de la actividad siempre considerando las "múltiples restricciones" de financiamiento que tiene el Gobierno.

En segundo lugar, el ministro afirmó que la "sostenibilidad fiscal es condición necesaria para lograr una economía tranquila". Sin embargo, el equilibrio no llegará en 2023, como esperaba antes de la pandemia.

Mientras Guzmán explicaba los detalles de su propuesta fiscal y financiera en el Salón Belgrano del Palacio de Hacienda, de manera coordinada el Banco Central (BCRA) anunciaba nuevas medidas para acotar la compra de dólares.

El Gobierno espera un rebote de 5,5% de la actividad en 2021 en sintonía con los analistas privados (5,6%). El presupuesto plantea una mejora del consumo privado (5,5%), del público (2%) y de la inversión (18,1%). Las exportaciones mejorarían un 10,2% interanual, mientras que las importaciones avanzarían 16,3%.

Guzmán aclaró que la inflación que espera el Gobierno estará en torno al 29%, casi 20 puntos menos que los privados. Sin embargo, como en otros tiempos, aclaró que eso variará en torno a un "rango" de cuatro puntos porcentuales, para arriba o para abajo. "Todos estos resultados deben ser revisados" si no cede la pandemia, aclaró. El fin del virus es otros de los supuestos. El tipo de cambio real a fin de 2021 estará en torno a los $102,40.

El ministro de Economía estimó que los ingresos mejorarán gracias a la recuperación de la actividad. La recaudación tributaria estará en torno a los 3,8 billones de pesos, una variación interanual de 48,9%. Incluyó también en ese análisis la ley de reforma impositiva que enviará al Parlamento en las próximas semanas. No lo precisó, pero se estima que suba la carga impositiva para las empresas privadas (ganancias y contribuciones).

Con relación a los gastos, aseveró que bajarán los "extraordinarios", o sea, los vinculados a sostener a los trabajadores y empresas durante la pandemia. "El IFE y el ATP no estarán presentes", dijo Guzmán, que aclaró que guardará flexibilidad según el avance del virus. Esos dos programas costaron alrededor de $70.000 millones mensuales este año.

El rojo fiscal primario será de 4,5% del PBI, mientras que el financiero llegará al 6%. El déficit primario estimado por Economía llega a 1,7 billones de pesos. El 40% será financiado a través de nueva deuda en pesos, mientras que el 60% con emisión monetaria.

El Gobierno prevé un roll-over de 100% de la deuda actual en pesos. Guzmán dijo que, en el horizonte, espera ir dependiendo cada vez menos de la asistencia de la entidad que dirige Miguel Pesce.

"No crecerá la porción de subsidios con relación al producto. Se tienen que actualizar las tarifas. Tendrán que acompañar el crecimiento de los precios", dijo Guzmán, que ahora tiene la Secretaría de Energía bajo su órbita. "Habrá que redefinir esquemas de tarifas en base a una transición ordenada y a la sostenibilidad fiscal", agregó el ministro, que además sin dar detalles señaló que habrá subas de salarios reales para los empleados públicos. "Serán consistentes con la recuperación económica", adelantó el economista.

Con la idea de generar más confianza ante las dudas en el mercado por la "falta de previsibilidad", Guzmán sumó supuestos macroeconómicos hasta 2023. El PBI crecerá, según sus estimaciones, 4,5% en 2022; y 3,5% en 2023. El tipo de cambio llegará a $124,8 en 2022 y a $146,6 en 2023. La inflación será de 24% en 2020 y de 20% en 2023.

"El Presupuesto 2021 es un presupuesto para la recuperación económica", dijo el ministro, pese a que el rojo primario pasará de 8 puntos del PBI a 4,5%. Justamente, Guzmán aclaró que el gasto primario real crecerá respecto a 2020, "sin las erogaciones extraordinarias por Covid-19", un 7,6% interanual en términos reales.

El ministro de Economía recalcó seis pilares de su presupuesto: Infraestructura productiva y social; Innovación y Desarrollo; Salud Pública; Educación y Conectividad; Inclusión social activa; y Género y Diversidad. Sobre el primero destacó: "Duplicaremos la inversión real en infraestructura productiva y social respecto a 2019, a partir de una inversión proyectada en $835.000 millones o 2,2% del PBI".

"Una recuperación sustentable requiere no sólo de políticas de demanda sino también de políticas productivas que generen mayor capacidad de oferta agregada futura", agregó sobre el segundo pilar. Dijo que es necesario generar políticas activas sobre la oferta para "continuar creciendo" y habló de "cambios estructurales", palabras que dejaron abiertos los habituales reclamos del Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que el país tiene deudas pendientes.