El Banco Banex compró el Société Générale

El Banco Banex concretó ayer en París la compra de la filial local del Société Générale (SG) de Francia en una operación que representa el 15° retiro de una entidad financiera de origen extranjero de la Argentina desde la última crisis. En este caso, esta decisión está más relacionada con una posición estratégica del grupo galo que con la situación del mercado nacional.

El acuerdo, sobre el que no se dieron cifras, aunque en el mercado se habló de $ 100 millones, supondrá el regreso del Banco Supervielle después de que las actuales estructuras del Banex y SG se unifiquen, lo que está previsto para la última mitad del año próximo.

La fusión, si se diera por hecha hoy (resta la aprobación del Banco Central y la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, aunque se descuenta que no habrá objeciones), significaría la aparición del sexto banco privado de capital nacional, según el ranking de depósitos, con $ 1965 millones en activos, una red comercial de 112 sucursales, casi 2000 empleados (el Banex absorbe toda la plantilla local de SG) y más de $ 250 millones de patrimonio neto.

Los contratos fueron suscriptos por el director general del Grupo SG, Daniel Bouton, y el dueño del Banex, Patricio Supervielle, lo que puso fin a dos meses de negociaciones en los cuales el comprador debió pujar con las ofertas que fueron presentando los bancos Comafi, Patagonia y de Servicios y Transacciones.

Supervielle no sólo logró concretar su objetivo estratégico, sino que además materializó un anhelo personal: recuperar el banco que fundaron sus antepasados y hace 40 años su tío abuelo vendió a los franceses del SG. Aquella operación fue precisamente la que llevó a su padre a fundar, cinco años después, la Financiera Exprinter, antecesora del hoy Banex (que en su estructura incluye el ex banco de San Luis) y sucesora de la agencia de turismo homónima que opera desde 1915 y cuyo nombre surgió como abreviación de Expreso Internacional.

El paso, por el que la familia Supervielle bregó los dos últimos años (y que incluyó un fallido intento por adquirir el Banco Suquía y la incorporación a su management del ex ejecutivo estrella de esa entidad en tiempos de Roggio Ricardo Camandone), coloca al banco en el grupo de pujantes nuevos jugadores. En esa categoría militan los bancos Macro-Bansud, Patagonia, Comafi y el grupo Eskenasi, controlante de los bancos de Santa Fe, Santa Cruz y San Juan. En todos los casos, se trata de banqueros que aprovecharon el repliegue de los extranjeros para reposicionar en el negocio bancario local y escalar hasta la primera división.

La operación, presentada aquí por Camandone y el jefe de la filial local de SG, Marc Emmanuel Vives, incluye el traspaso de SGAM, la sociedad administradora de fondos comunes de inversión de los franceses y promete no ser traumática, ya que los bancos tienen marcada complementariedad.

El banco comprador, cuyo principal negocio es el pago a jubilados y los créditos al consumo -mantendrá a Banex como segunda marca para esa operación-, suma así una cartera de 200.000 clientes particulares (que incluye unas 50.000 tarjetas de crédito con un gasto promedio de $ 650 mensuales) y 4500 empresas, y se hace fuerte en Capital Federal, el Gran Buenos Aires (básicamente en las zonas norte y oeste).

Por Javier Blanco

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