El intendente de Vicente López, Jorge Macri , se refirió al futuro político de Juntos por el Cambio y consideró que hay posibilidades de volver a ganar la gobernación de la provincia de Buenos Aires no solo porque probaron que no solo el peronismo puede ejercer el poder, sino también por los errores que está cometiendo la actual gestión.
"Yo creo que las posibilidades son altas porque hemos demostrado que podemos gobernar y además nos mantenemos unidos. Y me parece que también los errores del kirchnerismo van desnudando que no todo era tan fácil. Hoy yo no veo que el kirchnerismo esté construyendo alternativas reales de solución, más allá de profundizar la grieta y destruir puentes de diálogo. No veo soluciones concretas. No veo que hayan cumplido con la promesa de llenarle la heladera a la gente o ponerle plata en el bolsillo", afirmó en el programa "Comunidad de Negocios", que se emite por LN+.
-¿Por qué se puso tan nervioso el kirchnerismo con la reaparición de Mauricio Macri?
-Yo creo que, en realidad, el kirchnerismo está preocupado porque no logra resolver los problemas de la gente. Entonces se ponen nerviosos, se ponen agresivos y resuelven mal porque, en definitiva, porque frente a todos los problemas que tenemos en la Argentina habría que construir puentes, no destruirlos y me parece que lo que viene ocurriendo, cada vez de manera más reiterada es esta destrucción de puentes. Había ámbito de diálogo, se venía trabajando bien en el tema de la pandemia y la Provincia empieza a agredir con distintos funcionarios a la ciudad de Buenos Aires respecto de cómo administraba la pandemia. El mapa señalando a la Ciudad como que era responsable de los contagios, el tema de los runners, etc. Entonces todo el problema viene de ahí y esta escalada para mí llega a su punto máximo en Olivos con la decisión del presidente de manotearle recursos de manera inconstitucional, y sin siquiera hablarlo en profundidad, a alguien que venía demostrando un compromiso muy grande de diálogo como Horacio Rodríguez Larreta y con nosotros ahí, que hemos hecho un gran esfuerzo como intendentes para tratar de ayudar en la ausencia de gestión muchas veces de la Provincia tendiéndonos una trampita, sin contarnos de qué se trataba el encuentro. La verdad que ese dinamitar puentes es que no encuentran salida o estas declaraciones, chicanas del jefe de Gabinete tienen que ver con no encontrar salidas y respuestas a los problemas que tienen que resolver ellos. Ya llevan más de nueve meses en el gobierno y uno ve que casi todas las variables van empeorando.
-Hay una palabra que está de moda ahora que es procrastinar con esta idea de postergar todas las decisiones o patear para más adelante y uno cuando ve la política económica y un poco también la política explícita se está pateando todo para adelante ¿Por qué?
-No sé por qué, pero coincido. Yo creo que es como que nos tropezamos con una piedra en el camino y, en lugar de sacarla, la tiramos para adelante y entonces un tiempo después volvemos a tropezar con ella. La Argentina necesita de acuerdos profundos. Estamos en una crisis económica social agravada seguramente no solo por la enfermedad sino por la administración de la pandemia. Se han tomado malas decisiones con respecto a la administración de la pandemia como, por ejemplo, respecto de los pequeños comercios. Eso ha destruido o puesto en situación de riesgo absoluto un tejido social muy importante a la economía argentina como es la mini pyme, el pequeño comercio de cercanía. Entonces toda esta complejidad requiere construcción de acuerdos porque ni siquiera este gobierno en el marco de los tres años y tres meses que le quedan va a poder resolver los temas profundos. Creo que la manera de sacar la piedra del camino es buscar esos acuerdos. Es decir, "bueno, esto es un acuerdo político que va a perdurar en el tiempo". Parecía o uno deseaba que el Presidente iba a intentar encontrar el momento para construir eso. Siento que no tiene la fortaleza y la decisión para definir hacia dónde quiere ir. Tira la piedra para adelante y se cristiniza, se extrema en sus posturas kirchneristas. Es como el hijo pródigo que vuelve a casa y sobreactúa. Para mí lo de Olivos fue una sobreactuación de su regreso al kirchnerismo más duro y me preocupa eso porque eso no nos va a dar soluciones. No nos va a dar soluciones ni hoy con las medidas económicas que están tomando ni sustentables y sostenibles en el tiempo por la falta de acuerdos.
-Monzó se pronunció como un posible precandidato a gobernador bonaerense, Vidal desde ya y a usted también se lo menciona ¿Qué posibilidades tiene la oposición de volver a ganar la gobernación?
-Yo creo que altas porque hemos demostrado que podemos gobernar. Hemos roto un mito, tanto a nivel nacional como a nivel provincial, respecto de que no sólo los peronistas pueden ejercer el poder y además nos mantenemos unidos. Esto no es poca cosa en la Argentina donde, en general, los que perdían elecciones se peleaban, se echaban culpas y se dividían y me parece que mantener esta unidad es bueno para nosotros como fuerza política, pero es mucho mejor para la sociedad. Para los que nos votaron y los que no porque hay gente que nos votó que siente que la seguimos representando, pero hay mucha gente que no nos votó, pero piensa que el país necesita control, alternancia y una alternativa viva concreta. Así que me parece que las chances son altas. Dependerá de cómo vamos recorriendo el camino, de demostrar alternativas, capacidad de construcción, diálogo. Sin duda también de aprender de los errores cometidos, pero también rescatar los logros. Me parece que también los errores del kirchnerismo van desnudando que no todo era tan fácil. Que nos encontramos con un país difícil, que tuvimos que enfrentarlo en un contexto internacional complejo y hoy yo no veo que el kirchnerismo esté construyendo alternativas reales de solución, más allá de seguir echando culpas, profundizar la grieta, destruir puentes como decíamos antes y no construir un ámbito de diálogo. Más allá de eso no veo soluciones concretas. No veo que hayan cumplido con la promesa de llenarle la heladera o ponerle plata en el bolsillo a la gente.
-En la peor etapa de Axel Kicillof, en términos de opinión pública, iba y recorría el conurbano bonaerense con plazas que se enojaban y le decían de todo y muchos sectores del campo inclusive que ni siquiera lo recibían ¿En la derrota Juntos por el cambio se está moviendo como lo hacía en su peor momento el hoy gobernador de la Provincia o se han perdido muchos dirigentes por la derrota?
-No ha habido pérdida de dirigentes. Seguimos teniendo unidad en nuestro bloque de senadores. Tenemos mayoría en el Senado de la provincia de Buenos Aires. Eso nos permite poner un control real concreto y ser propositivos respecto de muchas leyes. La semana anterior aprobamos leyes relevantes como la asistencia a la educación de gestión privada en la provincia de Buenos Aires que realmente cubre un segmento de clase media y media-baja educativo muy importante que requiere asistencia. Se aprobaron los pliegos que estaban pendientes de jueces y ahora el gobernador tendrá que tomar la decisión respecto de qué hace. Hemos sido propositivos en varios frentes. Sacamos la ley de víctimas, que es una ley importante y relevante que faltaba en la provincia de Buenos Aires. Entonces yo no siento que hayamos perdido. Nuestro desafío es crecer. Es encontrar más y mejores dirigentes, es mejorar cada uno de nosotros porque el crecimiento no es solo la incorporación de alguien nuevo sino interpretar cada vez mejor cuál es mi tarea. Interpretar cada vez mejor qué es lo que la sociedad espera de nosotros, cómo la representamos, cómo destruimos los prejuicios o los temores que a veces genera en un espacio político nuevo. Es parte de la tarea que tenemos en cada rincón del Conurbano, de la provincia en general, y del país porque es cierto que en la Provincia hay mucho por hacer, pero también rescatemos algo: perdimos en la provincia de Buenos Aires sacando un 38% de los votos, no el 41% como a nivel nacional, pero tenemos 59 intendencias, o sea que hemos conservado una base territorial. Si yo analizara el 2012, tres años antes de lo que fue el 2015, estaba prácticamente yo solo y Juntos por el cambio ni siquiera existía en Provincia y no existía la red de construcción política que hoy tenemos con sectores peronistas, con el radicalismo y la Coalición Cívica. Hoy hay una alternativa real en la provincia de Buenos Aires que además tiene una figura como María Eugenia Vidal, que representa muy bien en todo, y muchos intendentes que creo que damos respuesta y solución a los problemas de la gente todos los días.
-Alberto Fernández le sacó plata a Horacio Rodríguez Larreta para dársela a Kicillof. ¿Ustedes tienen miedo, digo, los intendentes de Juntos por el Cambio de que Kicillof haga un uso discrecional de esos recursos, por ejemplo, beneficiando a sus propios intendentes?
- Miedo no tengo. Pero tengo certeza de que por ahí es hasta más grave porque a lo largo de este año, antes del manotazo a la ciudad de Buenos Aires, hay más de $100.000 millones que le ha girado la nación a la Provincia y no se han coparticipado con los municipios. Eso sería alrededor de $16.000 millones que deberían haber sido coparticipado con los municipios. Plata que Kicillof recibió y no coparticipa ¿Es ilegal lo que hizo? No, porque esos recursos extraordinarios no entran en el mecanismo de la coparticipación. Pero, si estamos tirando recursos a la Provincia en el marco de la pandemia por la crisis generalizada, es ridículo pensar que la crisis sólo la tiene el gobierno provincial y no cada uno de los 135 municipios que estamos en la misma provincia en el marco de la misma crisis generalizada y además uno ve discrecionalidad. Han creado un fondo Covid para el impacto del coronavirus donde, por ejemplo, a Morón se le han entregado más de $80 millones cuando, en realidad, en la cantidad de casos, Morón respecto de San Martín o de San Isidro o de otros municipios no difiere tanto. Entonces, claramente, empezamos a ver una metodología que conocimos durante muchos años en el kirchnerismo. Es tratar de hacer política y quebrar en función de la caja y de los recursos. Hay que estar preparados para esa lógica, enfrentarla, hacerla pública y también cada uno de nosotros hacernos fuertes en la gestión para que no nos puedan quebrar. Eso quiere decir estar ordenados, administrar bien, ser cuidadosos, recortar todos los gastos, poder explicarle a nuestra sociedad lo que falta o lo que nos pasa o qué es lo que está ocurriendo y sostener nuestras ideas. No ponernos de rodillas frente a este intento de llevarnos puesto con los recursos.
-¿Cómo estás viendo el tema de la remoción de los tres jueces?
-Con mucha preocupación sin ninguna duda. Igual que lo que pasó en la quinta de Mauricio. Hay dos varas y esto es habitual en el kirchnerismo, hay dos estándares. Los bolsos son una anécdota y después salen a acusar con causas que no existen. Si el presidente tiene una reunión sin respetar el protocolo de distanciamiento social o tapabocas es simpático, es gracioso. Lo recibe a Hugo Moyano y hace eso y lo hace público. Y después hay un allanamiento a la quinta de un expresidente porque recibió a un intendente en el espacio público, que es un lugar donde uno puede recibir a otro con distancia social. Me parece que esa lógica de doble estándar es preocupante y el avance y la búsqueda clara de impunidad es parte de la agenda que tiene el kirchnerismo.
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