La Argentina aumenta las compras a China y acumula un déficit de más de US$6100 millones en los primeros ocho meses del año
El gobierno de Donald Trump tiene en la mira al país liderado por Xi Jinping, que es el segundo en importancia para la Argentina, después de Brasil; las importaciones locales a China aumentaron un 73% y las exportaciones un 12% en comparación con el mismo período de 2024
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Se esperan definiciones sobre el pacto comercial entre Estados Unidos y la Argentina. La expectativa es grande. Los expertos aseguran que una clave del acuerdo entre ambos países, que está bajo siete llaves, ya que quienes intervinieron en las negociaciones firmaron un acuerdo de confidencialidad, son las 150 posiciones arancelarias que cada uno de los países del Mercosur pueden negociar de manera individual. Mientras, la Argentina se apoya en su tercer socio comercial, Estados Unidos, para salir de un tembladeral financiero preelectoral. Sin embargo, China no deja de ser su segundo socio comercial más relevante, después de Brasil.
La reciente reunión entre el presidente argentino Javier Milei y el norteamericano Donald Trump dejó definiciones sobre lo que Estados Unidos espera de la Argentina en materia de relaciones con China. Viento a favor con el swap y hasta con las compras y ventas de bienes y servicios, pero el gobierno de Trump ve con malos ojos las inversiones chinas realizadas en los puertos, bases militares e instalaciones de observación, aclaró Scott Bessent, Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, durante el encuentro.
Desde la Cámara Argentino China, Alejandra Conconi, su directora ejecutiva, brinda un panorama de las repercusiones en el gigante asiático sobre las recientes declaraciones, que fueron respondidas por la vocería de la embajada china en la Argentina de manera muy enfática.
“Hay que tener calma y paciencia china, ya que la gran mayoría de las inversiones que se realizan en nuestro país, muchas de índole privada y no solamente de empresas con componente estatal, se hacen de manera estratégica para el abastecimiento de recursos naturales, energéticos y minerales, entre otros. Ni este ni otros mensajes afectan a estas inversiones de largo plazo“, aseguró.
Sin embargo, agregó que “este tipo de mensajes enturbian y genera malas señales para la llegada de delegaciones de alto nivel que requieren, como en cualquier inversión y en cualquier lugar del mundo, un clima político estable, sostenible y de largo plazo”. También aseguró que “la relación bilateral con China es muy profunda. Cada vez hay más personas que se interesan por las oportunidades económicas y asisten a las ferias, como la de Cantón. Hay interés de los empresarios por la robótica, la automatización y la posibilidad de traer bienes de capital para modernizar sus industrias”.
Si la Argentina está, o no, en una posición de debilidad ante ambas potencias, que se disputan su protagonismo en el país, está por verse. Crece el interés por lo que tiene para ofrecer. Según un informe del Banco Central de la República Argentina, las exportaciones de combustibles pasarán de US$10.400 millones en 2024 a US$36.700 millones en 2030. Por su parte, los envíos relacionados con la minería pasarán de US$6100 millones en 2024 a US$15.600 millones en 2030.
Mientras que Estados Unidos lidera un enfrentamiento comercial con China, y pide apoyo de otras naciones, según los últimos datos mensuales informados, las ventas argentinas a ese país alcanzaron US$5173 millones, con un aumento de 12,2% respecto de igual período de 2024, mientras que las importaciones sumaron US$11.275 millones y aumentaron 73,6%.
La Argentina exporta a China commodities, sobre todo soja, carne, sorgo e importa bienes manufacturados como celulares, autopartes, maquinaria, productos electrónicos y bienes de consumo duradero. La relación es complementaria pero estructuralmente deficitaria. Como resultado, se registró un saldo negativo acumulado de US$6102 millones para la Argentina en los primeros ocho meses del año.
De enero a agosto de 2025, el superávit chino alcanzó US$785,3 mil millones. Tiene un especial cuidado con su balanza y una política agresiva de protección de su mercado interno. El gigante asiático cuenta con 1439 millones de habitantes, una cifra imposible de dimensionar. Se trata de un mercado sumamente atractivo, pero en muchos casos impenetrable, no solo por las barreras culturales sino por otras que van más allá de los aranceles.
Habrá que ver cómo termina el año, pero, hasta ahora, la Argentina está cerca del récord de importaciones desde China, que fue en 2022, cuando el valor total llegó a US$17.502 millones, representando el 21,47% del total de importaciones del país.
Compras por conveniencia
Un dato en el informe sobre el intercambio comercial del Indec, de julio de este año, da cuenta de un cambio de hábitos a la hora de las compras: en materia de importaciones, el rubro que más creció fue el llamado Resto, que aumentó un 298,6%, esencialmente por la mayor compra de bienes despachados mediante servicios postales (couriers).
Un ejemplo real muestra que es más económico importar prendas realizadas a 20.000 kilómetros de la Argentina que comprar la tela y contratar a mano de obra local. Esto sucedió cuando una producción local al estilo Broadway presupuestó la tela, en el barrio de Once, y los honorarios de una costurera para realizar los disfraces. Finalmente, compraron todo en Shein y lo trajeron de China a un precio mucho menor.
Con esta base, un informe de la Fundación Observatorio Pyme, correspondiente al II trimestre de 2025, da cuenta de que la proporción de empresas que perdieron participación de mercado a causa de las importaciones aumentó al 33%. El documento indicó que, para las pymes, “China es el principal origen de la amenaza importadora”.
Estados Unidos es el principal inversor de la Argentina
En los primeros ocho meses del año, las ventas a Estados Unidos registraron un crecimiento interanual de 20,1% debido, fundamentalmente, a una mayor demanda de combustibles y energía. Fueron por un total de US$4969 millones y, las importaciones, por US$4718 millones. Los principales productos de exportación fueron: aceites crudos de petróleo y oro para uso no monetario. Los principales productos adquiridos fueron gas natural licuado; abonos minerales o químicos con nitrógeno y fósforo y gasoil.
Hay otro indicador que refleja el peso de Estados Unidos para la Argentina y es la Inversión Extranjera Directa en la Argentina: US$31.882 millones contra los US$4286 millones de China, según los números de Banco Central.


“El objetivo explícito del país norteamericano es una mayor participación de sus empresas en nuestra economía y frenar un posible avance de capitales chinos”, registra un informe de la consultora Analytica.
Sin embargo, es difícil que esto suceda. Por ejemplo, según la Bolsa de Comercio de Rosario, solo en la minería argentina, las inversiones chinas se extienden por las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, San Juan, Río Negro y Chubut, e incluyen los minerales de litio, oro, plata, cobre, zinc, hierro y plomo, entre otras.
Brics, Hidrovía y un rockstar
Durante la presidencia de Alberto Fernández, se había establecido el compromiso de que la Argentina fuera parte de la alianza llamada Brics: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Sin embargo, apenas asumió Javier Milei dejó en claro que esto no sucedería, por lo menos, durante su mandato. Sus socios principales -sostuvo Milei- son Estados Unidos e Israel. Aquí Trump fue explícito durante la reciente reunión bilateral: las Brics no solo le producen malestar, sino que también los países que la integran sufrirán más aranceles.
Alineado con las demandas geopolíticas de un aliado que ofrece a la Argentina un impresionante rescate que podría llegar a los US$40.000 millones, el gobierno de Milei ya había ofrecido una prueba de amor. En la fallida licitación a principios de año para realizar el mantenimiento de la Hidrovía de manera privada, sumó un ítem por el cual quedarían excluidas las empresas con participación estatal. Es decir, puso un freno a la compañía de dragado china que tenía todo listo para postularse y aseguraba por lo bajo que su propuesta económica para el peaje sería insuperable. Como dato de color, la dragadora belga que hace los trabajos actuales en la Hidrovía construye barcos en un astillero chino.
Desde China creen que es extremo el alineamiento de la Argentina con Estados Unidos. “Milei es un rockstar en China. Si liderara una ronda comercial la romperíamos. A diferencia de lo que se dice, China explotó por el liberalismo de mercado, por tener pocos impuestos, por ser fácil en los manejos de las inversiones. Sin embargo, el presidente ha ido muchas veces a Estados Unidos y ninguna a China”, se queja una empresaria que suele hacer negocios con el gigante asiático.







