
La TV por cable tiene un futuro brillante en la Argentina
La desregulación prevista para el año próximo en el mercado de las telecomunicaciones permitiría abrir el juego competitivo para todos, sin condicionamientos ni limitaciones, pero antes habrá que solucionar algunas cuestiones pendientes.
1 minuto de lectura'

Nadie duda de que, en un plazo no demasiado largo, la televisión por cable en la Argentina dejará de tener las características actuales y adoptará un perfil diverso y multifacético, abierta como está a las extraordinarias posibilidades de transformación y complejidad que ofrecen los avances tecnológicos en materia de comunicaciones.
En nuestro país, hoy por lejos el mercado más floreciente de toda América latina para el sector, la cuenta regresiva para arribar a este futuro ya está en marcha, pero pocos se animan a anticipar con certeza cuáles serán los comportamientos, las estrategias y las actitudes adoptadas por los principales protagonistas de un mercado en el que se abren enormes y atractivas perspectivas para los negocios y las inversiones.
Hoy, para el consumidor las opciones se reducen al juego del zapping entre 65 canales, pero con una llave maestra (la fibra óptica), el futuro dice que se integrarán, en una sola red de enorme rapidez y precisión, la TV, la transmisión de datos, la telefonía y todo tipo de actividades y de servicios relacionados con las telecomunicaciones.
Con cautela, observando minuciosamente los movimientos de los competidores y sin tratar de mostrar demasiado las cartas, los .principales actores del mercado se mueven pensando en una fecha clave: el 7 de noviembre de 1997, día en el que concluye la exclusividad de Telefónica de Argentina y de Telecom para prestar en el país los servicios de telefonía básica y de transmisión de datos y se prevé el comienzo de la desregulación en el mercado de las telecomunicaciones.
Por ahora, tanto Telefónica como Telecom están inhibidas por ley de participar en la TV por cable, pero se muestran tan interesadas en intervenir en este negocio como lo hacen los holdings que controlan el negocio televisivo para ingresar en el ámbito de la telefonía, a la que hoy no pueden acceder.
Esto explica el desembarco en la Argentina de poderosos grupos norteamericanos como Tele Communications Inc. (TCI) o US West, que actualmente tienen una fuerte participación en empresas de TV por cable (Cablevisión y VCC, respectivamente), pero piensan ante todo en el negocio telefónico, o la alianza estratégica entre Telefónica y Multicanal.
Desregulación y después
La desregulación prevista para el año próximo en el mercado de las telecomunicaciones permitiría abrir el juego competitivo para todos, sin condicionamientos ni limitaciones, pero existen algunas cuestiones pendientes.
En primer lugar, las dos empresas telefónicas podrían pedir la prórroga de su exclusividad actual hasta el 2000, lo cual extendería hasta ese año el cuadro de situación actual. Y en segundo lugar -esto es lo más importante- todos están pendientes de la sanción, por parte del Congreso, de una nueva Ley de Radiodifusión que establezca límites y marcos regulatorios de funcionamiento para un mercado cada vez más grande y complejo.
Frente a la incertidumbre de lo que puede llegar a pasar en el Congreso, los tres principales operadores múltiples (MSO) del cada vez más concentrado mercado de la TV por cable en la Argentina buscan su mejor posicionamiento.
Tres para un mercado
Cablevisión está, en un 80 por ciento, controlado por el poderoso TCI, la empresa de TV por cable más fuerte de los Estados Unidos en cuanto a cantidad de abonados. Se sabe que el actual propietario del Multimedios América, Eduardo Eurnekián, estaría interesado en vender a TCI la totalidad de las empresas que pertenecen al grupo, pero la decisión aparentemente está congelada a raíz del reciente fallecimiento del máximo directivo de TCI, Bob Magness.
En el caso de VCC, el 50 por ciento de las acciones pertenece a Samuel Liberman, fundador de la empresa, y el otro 50 a la no menos poderosa firma norteamericana US West, que el 15 de noviembre último adquirió a Continental, empresa del mismo origen que manejaba hasta entonces ese paquete. Multicanal -empresa del grupo Clarín- tiene sellado un acuerdo con Telefónica, y fue enriqueciendo en los últimos meses su número de abonados (tiene actualmente unos 820.000) con la compra de Buenos Aires Cable (Capital Federal), de Megacable (Gran Buenos Aires) y de cables del interior.
Una venta desmentida
Así las cosas, el mercado fue sacudido anteayer con la versión, publicada por el diario Ambito Financiero, de la venta de VCC a TCI mediante una operación que ascendería a los 200 millones de pesos, hecho que -según el matutino- acentuaría la concentración del mercado entre dos grandes grupos con vistas a la desregulación: TCI (probablemente asociado en el futuro a Telecom) por un lado, y Multicanal-Telefónica, por el otro. En la nota de Ambito se hacía referencia a algunas dificultades económicas por las que atravesaría actualmente VCC y presuntas pérdidas respecto de sus competidores directos.
VCC se apresuró a desmentir rotundamente lo publicado. "No es para nada cierto que el grupo haya sido vendido y ni siquiera que se iniciaran tratativas para una posible venta. Mucho menos ciertos son el precio que se menciona en la nota y la afirmación de que tenemos problemas económicos, ya que nuestra rentabilidad financiera nos permitió hacer fuertes inversiones en tecnología por un valor de 150 millones de dólares y nuestra productora de señales para TV por cable es una de las más dinámicas del sector", afirmó a La Nación Martin Kaindl, gerente de Relaciones Institeucionales de VCC.
Esta desmentida contrastó con la posición de TCI, cuyas autoridades locales, encabezadas por George Stewart, se limitaron a decir, ante la consulta de este diario, que no ratificaban ni desmentían lo publicado por Ambito Financiero. "Nuestra empresa no hace ningún comentario sobre el sentido y las características de las inversiones que se realizan en la Argentina", señaló la portavoz de la empresa, Silvia Eurnekián.
Esta ambigua posición abona el terreno de quienes no descartan, cuando se aclaren la actual incertidumbre por el futuro del marco regulatorio y los plazos para la desregulación, algún tipo de megafusión que acelere todavía más un proceso de concentración que parece incontenible.
La tecnología, prioridad
Mientras tanto, los operadores mantienen las inversiones en tecnología y procuran perfilarse hacia un futuro que parece cada vez más cercano. Por lo pronto, además de las inversiones en redes de fibra óptica, tanto Cablevisión como VCC se asomaron al mundo de la interactividad (Cablevisión-TCI lanzó hace poco el Sega Channel, con juegos electrónicos manejados desde el hogar y por la pantalla de TV) y de la transmisión de datos.
En este ámbito, ambos grupos crearon firmas dedicadas al tema, Fibercable (Cablevisión-TCI) y Datatel (VCC), con las cuales aspiran, hasta que llegue la desregulación, ofrecer, en el primer caso, servicios empresarios, y en el segundo, abrir las puertas a los abonados del cable de Internet, una de las claves que mostrarán, en un plazo no muy lejano, que la TV por cable (mezcla de grandes negocios y enormes posibilidades de entretenimiento a través de la tecnología) erá algo muy distinto de lo que estamos acostumbrados a ver hoy en la Argentina.






