Las Vegas. El argentino que enamora a los norteamericanos con chimichurri de canabis
Una colección de billetes de pesos; figuritas de estrellas del fútbol y fotos de algunos de los lugares más icónicos del país decoran las paredes de Made in Argentina, un restaurante que nació en Las Vegas ( Estados Unidos ) hace dos años, cuando Pablo Rodríguez decidió que ya "era hora" de trabajar para él mismo y cumplir su sueño.
Quería vivir de los sabores argentinos; compró un local que hacía comida árabe y empezó a reformularlo. La primera semana sus empanadas -a las que les ponía todas las fichas- vendieron unas 50. Ahora, son 3500 a la semana; 200 personas por día prueban también milanesas, choripanes y lomitos. Además, ofrece chimuchurri con aceite de canabis.
"Hace 21 años que salí de la Argentina -cuenta Rodríguez a LA NACION-. Siempre quise venir a Estados Unidos y cumplir lo que era mi ‘sueño americano’ no fue fácil porque dejé familia, amigos y costumbres". A los 47 sintió que había llegado el momento de tener algo propio y arrancó con el restaurante. Porteño, nacido en el barrio de Belgrano , había pasado su infancia entre las ollas del restaurante de su papá y siempre creyó que las empanadas "cordobesas" de su mamá Olga (nacida en esa provincia) eran "lo más"."Las suyas son dulces con pasas de uva y fritas; acá las hago sin las pasas. Uso, a diferencia de otros locales argentinos, especias que traigo de allá y que conservan el sabor. Esa es la clave. Mi clientela es 80% estadounidense y a ellos hubo que ‘educarlos’, explicarles que las empanadas eran como un envuelto de jamón y queso que venden en los supermercados…pero distinto", apunta. Su local está a pocas cuadras de donde se construye el nuevo estadio de los Raiders y todavía mantiene algunas propuestas árabes que se mezclan con el gusto argentino.
Además de las empanadas de carne, tiene muchas más variedades entre las que destacan las de roquefort y hongos. "Es la más pedida por los yanquis", reconoce. En el menú están todas las que son típicas argentinas (de humita, de cebolla y queso, de jamón y queso) y algunas "innovadoras" como de morcilla, de mondongo, de mollejas al verdeo y hasta de "carne de cocodrilo". Rodríguez señala que las hizo algunas veces porque le gusta "jugar" y "divertirse" en la cocina.
Admite que quería "comida pura argentina, con verdadero sabor argentino para el mundo…pero la clientela venía por la mediterránea que ya había, así que fui ganándole terreno". A las empanadas les sumó milanesas ("la monster" con huevos, panceta, jamón, morrones, aceitunas y cebolla encabeza el ranking) , choripanes y sándwiches de lomo. Sus zapallitos rellenos con salsa blanca son únicos en la zona, porque nadie más los vende.Por ahora, usa carne estadounidense. "Un importador de la argentina que está en Nueva Jersey cobra unos US$80 el kilo de matambre; imposible ese precio", menciona.
La otra "innovación" de Made in Argentina es el chimichurri con aceite de canabis. Comenta que a las empanadas los estadounidenses las acompañan con chimichurri. Hace el tradicional argentino y uno más picante con diferentes tipos de chiles. En Las Vegas el canabis está legalizado para uso medicinal y, desde hace un tiempo, también se vende aceite para cocinar fabricado con un principio diferente. "En la zona se cultiva y se consume mucho, así que lo incorporamos", resume.
Cada empanada -"grande", aclara- se vende a US$2,65 y Rodríguez ya está en negociaciones para venderlas a unos tres casinos de la ciudad que quieren sumarlas a sus menús. "Mi mamá…es una genia", repite cuando recuerda de dónde salió la primera receta.