
Mindlin volvió al sector financiero: entró en Credilogros
Diversificó su estrategia de inversiones
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Marcelo Mindlin se hizo conocido en los 90 cuando fue una de las cabezas del grupo IRSA, controlante del Banco Hipotecario y con fuertes inversiones en inmuebles y shoppings.
En los últimos años, y después del divorcio de su socio, Eduardo Elsztain, optó por concentrarse en la energía, aprovechando el recambio de accionistas que favoreció la última crisis. Sin embargo, ayer dejó en claro que su concepción de negocios es polirrubro.
Por medio de Dolphin Crédito, una de las empresas de su holding, volvió al negocio financiero. Adquirió una participación del 45% en el paquete accionario del Grupo de Servicios y Transacciones, la firma que controla el banco homónimo y la financiera especializada en créditos para el consumo Credilogros.
La operación fue anunciada por el Banco BST a la Bolsa de Comercio porteña (aunque aún debe ser autorizada por el Banco Central), cuyos ejecutivos mantendrán el management del negocio. Esto implica un reacomodamiento societario y una fuerte inyección de capital al grupo ST, que proyecta incrementar su participación de negocios en los dos rubros a los que se dedica: los créditos al consumo (por Credilogros) y el financiamiento a pequeñas y medianas empresas mediante descuento de documentos o contratos de leasing, algo a lo que se dedica el Banco de Servicios y Transacciones, una entidad de segundo piso (sin operaciones minoristas).
El foco principal está puesto en el rentable negocio del financiamiento al consumo, una actividad en la que la sociedad está muy activa: aumentó 100% su cartera de créditos gracias a las colocaciones que logra mediante la red de 35 sucursales de Credilogros; la condición de agente financiero que logró, mediante un portal online, de 300 comercios en el país (una estructura compuesta por pequeñas cadenas de ventas de artículos para el hogar, motocicletas), y su actuación como financiador de las ventas que logra Movistar, entre otros.
De hecho, para generar más negocios, ahora buscará aprovechar la sinergia que le dará la red de Edenor, una de las compañías que controla su nuevo accionista y director, Marcelo Mindlin. "Lo que plasmamos es una sociedad estratégica de largo plazo y con vocación de crecer", dijo ayer a LA NACION el presidente y accionista del BST, Pablo Peralta.
El convenio suscripto incluye una compleja ingeniería que contempla, por ejemplo, la compra del 3,88% del capital accionario del GST por parte de Dolphin. Pero su presencia en la sociedad será mayor porque, a su vez, Dolphin suscribirá una obligación negociable de GST, convertible en acciones Clase B, por el equivalente en pesos a US$ 13,6 millones. Además, se incluye un compromiso adicional por el que Mindlin inyectaría otros US$ 2,5 millones al GST y capitalizaría el aporte irrevocable por $ 30 millones que a esa firma hizo en junio pasado la compañía ABUS, una de las sociedades que figura como accionista del grupo financiero y mantendrá de aquí en adelante un 15% de su capital.
Con el dinero fresco que logra el GST buscará quedarse con Tarshop, la tarjeta de crédito que controla el ex socio de Mindlin y se encuentra en venta.






