Iván Ordóñez: el agro, campo fértil para generar conocimiento intensivo y crear empleo
Iván Ordóñez, economista especializado en agronegocios, fue el encargado de hablar de cómo los nuevos avances tecnológicos se pueden llevar al campo para mejorar los rendimientos y, sobre todo, para que las tierras puedan perdurar en el futuro.
Según Ordóñez, el desafío de la Argentina está en usar sus más de 32 millones de hectáreas agrícolas para generar conocimiento intensivo y así crear empleos sostenibles. "El desafío que enfrenta la agricultura es alimentar a 10.000 millones de habitantes en 20 años", explicó ante el auditorio.
En este sentido, destacó las tres temáticas a trabajar en el corto y mediano plazo para asegurar el desarrollo del sector en el largo: la posibilidad de aumentar ingresos con reducción de costos; la reducción de la volatilidad relacionada al clima; y la generación de activos colectivos del sector. Estos corresponden a los pactos que se dan entre los actores de la cadena para generar un nuevo valor del negocio en el que participan.
Para explicarlo, Ordóñez contó cómo en la Argentina todos los productores se pusieron de acuerdo para vacunar al ganado y aclaró que este tipo de consensos deben replicarse en los distintos eslabones de la cadena productiva. "Si la Argentina quiere exportar 30% del mercado que faena, tiene que pensar en qué acuerdos hacer", aclaró, y reconoció que estas negociaciones se tornan más complejas en el segundo eslabón de la cadena.
"Los productores se ponen de acuerdo y hacen que todo el activo mejore su valor. Pero, al hablar del segundo eslabón, por ejemplo, si quiero obtener cortes particulares, no me alcanza solo con que se pongan de acuerdo los productores, necesito un acuerdo mucho más amplio", destacó.
Sobre los avances tecnológicos, Ordóñez reconoció que ya existen tecnologías que pueden modificar significativamente el rendimiento. Uno de ellos es la microdata. "Hay que dejar de tratar un lote de 100 hectáreas todo igual, podemos considerarlos de a cuadrados de un metro y ambientar cada porción de acuerdo con las necesidades de ese terreno para optimizar ingresos y reducir costos", subrayó, y agregó que esto también puede aplicarse a la carne. "Podríamos empezar a producir una carne particular para cada consumidor. Va a haber consumidores que van a valorar más las características y pagar un bife especial y hay otros que no, pero tenemos que atacar a toda la cola larga del mercado y eso va a permitir aumentar los ingresos", aseguró.
El economista también habló de la necesidad de modificar "los fierros", por aquellos dispositivos que van a permitir que la energía sea menos utilizada. Otro de los grandes cambios que se vienen es el digital farming. "Aparte de cosechar granos, puedo cosechar información. Producirla, procesarla y analizarla. Eso permite tomar decisiones para ser más eficiente", explicó.
Sin embargo, el desarrollo que hoy está en el centro del debate público es el que viene de la mano de la biotecnología y la posibilidad de trabajar directamente sobre las semillas. Frente a esto, y para dar noción de la importancia que tiene este desarrollo, Ordóñez concluyó: "Diseñar el iPhone, en agricultura, es la posibilidad de intervenir la semilla; y ensamblarlo está en la posibilidad de reproducirlos".