Señaladores magnéticos que acercan marcas a consumidores
Señaladores para libros, agendas, apuntes y expedientes, y también merchandising . Esa es la propuesta de Flappers, una empresa que nació hace cuatro años para darles un desarrollo publicitario a los señaladores magnéticos.
"Nos trajeron el producto y vimos que se podía convertir en un muy buen negocio como vehículo publicitario. Es novedoso, económico y tiene un área de impresión más amplia que las biromes y los llaveros", sostuvo Luis Polnoroff, uno de los creadores.
Alberto Faillace, su socio, destacó que otra de las ventajas del producto es el envío o la distribución, que no representan grandes costos.
De acuerdo con las necesidades de los clientes, los socios incorporaron distintos formatos y tamaños, e idearon un tarjetón para enganchar a los señaladores.
"El producto es siempre un señalador magnético, pero varía en su forma y tamaño, según lo que las empresas quieran comunicar", explicó Faillace.
Usos múltiples
Los objetivos para regalar un señalador Flappers son múltiples. Puede ser utilizado para dar a conocer un nuevo producto o para realizar una encuesta. También sirven para regalar un fixture deportivo, un calendario o para promover el lanzamiento de un libro o de un servicio.
"Somos gente de negocios y el producto nos enamoró. Además, vimos el potencial para exportarlo", agregó Polnoroff. Actualmente, la firma tiene franquicias en los Estados Unidos, Venezuela y en España.
Flappers trabaja ahora para consolidarse en la industria textil y reemplazar las etiquetas de la ropa por señaladores.
Faillace explicó que se gasta mucho en etiquetas que luego se tiran. "Tienen un costo similar a los señaladores, que se pueden seguir usando como recordatorio de la marca", agregó. Si bien hay otros fabricantes de señaladores, lo que distingue a Flappers, según sus dueños, es el laminado, que permite ubicarlo sin abrirlo. Esto los hace más durables en el tiempo.
Más allá de que un señalador es un elemento asociado al universo cultural, desde Flappers se plantearon desde un comienzo trascenderlo para posicionar al producto como una herramienta de marketing.
El perfil de los clientes es muy variado: laboratorios, bancos, organismos internacionales, bodegas, universidades, escritores y agencias de viajes.
El ingenio está a la orden del día y se adapta a las necesidades de los clientes. Una reconocida marca internacional los encargó sin laminar la parte superior y los utilizó como probadores de perfume.
Además, como tienen imán para cerrarse, los señaladores se pueden usar también para pegar en heladeras y en calefones. Para las fiestas de Fin de Año diseñaron un modelo de tarjeta con señalador.
Polnoroff destacó que hay un efecto "adicional" para la gente que lee antes de dormir y la última imagen que ve es la marca del señalador.
Flappers empezó a operar en 2006 con una inversión inicial de 250.000 pesos. Ese capital fue destinado a la compra de maquinaria, infraestructura y de materia prima.
Recuperarse tras la crisis
Los socios partieron de un modelo básico de señalador de hoja y renglón que luego fueron renovando.
Los primeros dos años de Flappers fueron muy buenos. En 2008 sufrieron un freno abrupto con la crisis financiera internacional, ya que la mayoría de las empresas anuló sus pedidos. La facturación de 2008 fue de $ 200.000. La recuperación ya se empezó a ver este año y proyectan cerrar con una facturación de 300.000 pesos.
Faillace señaló que la incorporación de nuevos modelos influyó en la recuperación, porque antiguos clientes hicieron nuevos pedidos. En 2010 quieren participar en ferias nacionales e internacionales de merchandising para lograr una mayor proyección internacional.
También quieren penetrar en el mercado de las tarjetas de crédito con un señalador que simula su forma. "Lo bueno es que es un proceso escalable, podemos hacer cualquier cantidad adicionando horas de trabajo", destacó Polnoroff.