Precios. La inflación de los alimentos sigue alta, pero en febrero fue la más baja en siete meses
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LA NACIONAlfredo Sainz
La inflación en las góndolas sigue alta aunque por segundo mes consecutivo da algunas señales positivas. De acuerdo a un relevamiento privado, la canasta básica (alimentos, bebidas, artículos de limpieza y tocador) cerró con una suba del 2,4%, alimentando la teoría del presidente Alberto Fernández que volvió a culpar a los empresarios de impulsar las subas.
Según la medición que realiza Tomadato -una consultora que desde hace años se encarga de relevar los precios de todos los productos que comercializan los supermercados-, febrero volvió a cerrar con una suba promedio superior al 2%, impulsada por los fuertes aumentos en los rubros de pescadería (que tuvo un alza del 7,5%), bebidas (4,1%), panadería (3,5%) y alimentos frescos (3,3%). Estos incrementos fueron compensados, aunque de manera parcial, por las categorías alimentos para mascotas y carnicería, que cerraron el segundo mes del año con bajas del 0,9 y 1,4%, respectivamente.
Por productos, en febrero cinco ítems tuvieron aumentos mayores al 25%, aunque en todos los casos se trata de alimentos frescos: papa negra, cornalitos, zanahoria, pomelo rojo y calamar entero, que tradicionalmente muestran los mayores vaivenes a lo largo del año por factores estacionales.
En este contexto de subas prácticamente generalizadas la canasta básica acumula en los últimos doce meses un aumento del 57,3%, siempre según los datos de Tomadato. Las buenas noticias -o al menos, las no tan malas- es que febrero es el segundo mes que muestra una desaceleración en el ritmo de los aumentos (diciembre había registrado un alza del 4,6% y enero del 3,6%) y que el 2,4% del último mes es la menor suba de los últimos siete meses.
Para encontrar una inflación más baja en las góndolas hay que retrotraerse hasta julio de 2019, el mes anterior a las elecciones PASO, cuando el entonces gobierno de Mauricio Macri se jactaba de que la economía había entrado en un proceso de desaceleración de la inflación.
Para hacer su relevamiento, Tomadato audita en forma quincenal los precios de 22.000 productos en 13 bocas de súper e hipermercados, de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. En la consultora igualmente destacan que no se trata de una canasta ponderada, es decir, que a la hora de relevar los precios no distinguen entre los artículos de primerísima necesidad y otros menos relevantes.
El dato de la inflación en las góndolas se conoció apenas unas horas después de que Alberto Fernández volviera a cargar contra las empresas de alimentos. "Los argentinos necesitamos industriales comprometidos con la Argentina. No solo con los resultados de sus empresas. ¿Por qué digo esto? Porque el sector alimenticio tiene que hacer una revisión de lo que está pasando", sostuvo Fernández en el primer encuentro del año del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), que reúne a los hombres de negocios más relevantes.
"Nosotros hemos ayudado a toda la producción a empezar a recuperarse . Lo hicimos frenando las tarifas de luz y de gas. Lo hicimos frenando el aumento de combustibles, abriendo el crédito de los bancos Nación y Provincia. No es posible que con todo esto, los precios sigan subiendo", agregó en el evento, que se celebró bajo la consigna "Desafíos Agenda 2020", en el Salón Versailles del Hotel Alvear.
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