Michelle Bachelet, entre los desastres naturales y la premura por cumplir sus promesas
Durante los primeros 50 días de su administración, la presidenta chilena debió hacer frente no sólo a un terremoto y a un voraz incendio, sino también a los ambiciosos anuncios que había hecho durante la campaña
SANTIAGO, Chile.-Ha sido un arranque de gobierno intenso y lleno de sorpresas y dificultades. Durante los primeros 50 días de su administración, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, debió hacer frente no sólo a los desastres naturales, sino que también a sus ambiciosas promesas de campaña, que incluían la implementación de 56 medidas durante los primeros cien días.
La población también siguió en detalle el cumplimiento de las mismas, aún cuando entiende las urgencias surgidas tras el sismo de 8,2 grados Richter registrado en Iquique (6 muertos y 10 mil casas dañadas) y el incendio que arrasó con la parte de alta de Valparaíso, el que dejó 15 muertos y 12 mil damnificados. Estos dos hitos, en palabras de la propia mandataria, demandarán esfuerzos de reconstrucción durante sus cuatro años de gobierno.
De esta forma, y tal como su antecesor, el ex presidente, Sebastián Piñera , con el sismo de 2010, el actual gobierno de Bachelet se ve condicionado por fuerzas exógenas que parecen no dar tregua al país durante los últimos años.
Pese a ello, la propia mandataria insistió en que los tres grandes ejes de su gobierno, reformas a nivel educacional, tributario y constitucional, podrán sufrir retrasos, pero no serán dejadas de lado bajo ningún pretexto.
La mandataria insistió en que los tres grandes ejes de su gobierno, reformas a nivel educacional, tributario y constitucional, podrán sufrir retrasos, pero no serán dejadas de lado bajo ningún pretexto
"Es cierto que los programas de gobierno no son una biblia, porque la vida pueda cambiar, de hecho jamás imaginamos que partiendo el gobierno íbamos a tener que enfrentar un terremoto como el del Norte Grande o la tremenda desgracia del incendio en Valparaíso (...). Pero obviamente las grandes reformas que nos comprometimos las vamos a llevar adelante. Ya está la reforma tributaria en el parlamento e ingresará la reforma educacional" , explicó Bachelet.
Por lo pronto, y en el ámbito político, la presidenta ha cumplido un tercio de sus promesas en la mitad del tiempo acordado, incluyendo la largamente postergada ley de voto para chilenos en el extranjero y una cuestionada reforma al sistema político binominal, que ampliará el número de senadores y diputados con el fin de aumentar la representatividad en el Congreso.
Tampoco existió descanso. Al día siguiente de asumir el gobierno, Bachelet ya había transformado en ley el subsidio en dinero que se les entrega a las familia más pobres a comienzos de año, el llamado "bono marzo".
Tras ello, la doctora socialista nombró el Consejo Nacional de la Infancia, elaboró indicaciones al proyecto de multitut (para evitar que algunas empresas abusen utilizando varios roles tributarios distintos), sumó once nuevas comunas al plan de seguridad y creó seis mil nuevos puestos para carabineros.
Asimismo, creó la comisión asesora para la descentralización, nombró delegados para la reconstrucción, envió el proyecto de ley que da pie al Ministerio de la Mujer y anunció la construcción de 24 nuevas casas de acogida para mujeres víctimas de la violencia en sus hogares.
Por último, la ex directora de ONU-Mujeres nombró las comisiones que modificarán los sistemas de salud privado y de pensiones, otras negociaciones que seguramente generarán posiciones contrapuestas en el mundo privado.
Sin embargo, las iniciativas que más atención generan son las que más fricciones han causado. En Educación, por ejemplo, sólo la próxima semana se enviarán al Congreso los primeros tres proyectos de ley que buscan echar a andar la gran reforma educativa prometida y que apunta a la gratuidad, calidad y término del lucro.
Hasta el minuto, el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, ha optado por recoger todas las posturas y encontrar los consensos necesarios para que su apuesta no zozobre. Los estudiantes, sin embargo, ya han manifestado su disconformidad con varios de los puntos propuestos y varios rectores han dejado en claro su molestia.
Reforma tributaria
Un segundo eje del programa de gobierno de Bachelet es la gran reforma tributaria que apunta a levantar recursos por el 3% del PBI (unos 8 mil millones de dólares) y que ha sido severamente cuestionada por la oposición, los empresarios y los emprendedores, que ven en esta medida una severa amenaza al crecimiento y dinamismo del país.
El gran interrogante sigue siendo cómo reaccionará la economía a la eliminación del polémico Fondo de Utilidades Tributarias (FUT), que permite el pago de impuestos sólo sobre las utilidades efectivamente retiradas y reinvertir el resto de ingresos devengados sin imposición de tributo alguno.
La guerrilla comunicacional provocó nuevos roces, sobre todo después de que el gobierno contraatacara con un video "explicativo" de la reforma tributaria, que fue interpretado por los empresarios como una agresión velada por el tono y la forma del mismo.
En el citado video, el gobierno llama a no hacer caso a "los poderosos de siempre", que identifica como unas 4500 familias, que buscarían a toda costa evitar el alza de impuestos, que en el caso de las grandes empresas llegará al 25%.
"Nos parece un video arbitrario, injurioso, que promueve el odio y la división de los chilenos, y ese no es el camino para construir. Yo creo que esto es un atentado contra la sana convivencia", dijo el director de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz.
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