
Bush amenaza con revisar las últimas medidas de Clinton
El presidente electo dijo que podría tomar una posición más dura frente a Moscú
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CRAWFORD, Texas.- El presidente electo, George Bush, dijo ayer que planea revisar y posiblemente modificar algunas de las iniciativas más ambiciosas que el presidente Bill Clinton ha tomado en los últimos días, incluyendo medidas que impiden la explotación de 60 millones de acres de bosques en la nación.
"Comprendo la mentalidad del Oeste y deseo que ella esté representada en este gobierno", dijo Bush al referirse a las políticas habituales en su propia tierra.
En una entrevista, enfatizó: "Tenemos abogados observando cada tema en particular, cada oportunidad" para revertir las acciones que Clinton ha tomado en las últimas semanas de su presidencia.
También describió lo que bien podría convertirse en una nueva postura frente a Rusia, mucho más dura, limitando la ayuda para su conversión a una economía de mercado, y se refirió a varios otros temas de política exterior.
Anticipando la que será una de las decisiones más vigiladas en este primer mes de gobierno, señaló que podría usar un decreto para detener el flujo de dinero norteamericano a cualquier organización internacional que promueva el aborto. "Las organizaciones que promueven los abortos son organizaciones que no deseo ayudar" con los dólares de la recaudación fiscal, dijo Bush.
Bush hizo estas declaraciones en una entrevista en la que también habló sobre los problemas diplomáticos que anticipa con Moscú y Pekín por sus planes para desplegar el sistema de defensa antimisiles.
Bush desechó la ayuda directa que durante ocho años Clinton ofreció a Rusia como parte del esfuerzo de Occidente por atraer al país hacia la economía de mercado. Sugirió que trataría de detener el flujo del dinero -excepto el que se usa para desmantelar las armas nucleares- hasta que Vladimir Putin, el presidente ruso, limpie el país de la corrupción y promulgue reformas en lo económico y legal.
"Es difícil para América del Norte forzar a Rusia", manifestó Bush. "Yo creo que no queremos prestar dinero o incentivar a que se preste dinero a un sistema en el cual las intenciones del capitalismo nunca se concretan -agregó-. El propósito del capital era alentar la empresa privada, el crecimiento y los mercados."
Según el Departamento General Contable, los Estados Unidos han gastado cerca de $ 2300 millones desde 1992 para promover la democracia, el imperio de la ley y las reformas de mercado en Rusia, pero los desembolsos desaparecieron abruptamente desde la crisis financiera rusa de 1998.
Si los comentarios de Bush sobre Rusia se transformaran en una política de Estado podrían representar un cambio fundamental en la manera en que los Estados Unidos buscan influir en el comportamiento de una nación que alguna vez fue su rival más poderoso. Se estaría arriesgando a que Rusia acreciente sus sospechas sobre cómo Washington usa su poder económico y militar.
En conjunto, los comentarios de Bush permiten bosquejar un mapa de sus primeros cien días de gobierno. Al dejar en claro que revisará rigurosamente las medidas ambientales de Clinton y sugerir que podría revertir la posición del actual gobierno respecto de la ayuda a los grupos de planificación familiar en el extranjero, Bush decidió abrazar algunas de las causas favoritas de su base conservadora.
Sí al recorte fiscal
El futuro presidente dijo que planea introducir rápidamente en el Congreso su proyecto de reducción de impuestos por 1600 millones de dólares en los próximos diez años, aunque advirtió que podría modificar la propuesta para profundizar el recorte fiscal en los primeros años a fin de revitalizar una economía que se desacelera. Consultado sobre si está dispuesto a negociar el tamaño de su propuesta con un Congreso dividido, Bush dijo: "La respuesta es no. Creo que es la cifra correcta".
El sucesor de Clinton dijo que se había equivocado cuando opinó sobre la reducción de las tasas de interés de la Reserva Federal a comienzos de enero y sugirió que, como presidente, no evaluaría públicamente las acciones de ese organismo para respetar, así, su independencia.
Hablando como si fuese un profesor de negocios de Harvard, Bush afirmó que trabaja intensamente para transformar su gabinete en un equipo con cohesión y estilo propio. En sus dos últimas visitas a Washington, Bush dijo que pasó tiempo con la gente, "observando cómo interactúa y haciéndole conocer su propio estilo.Yo quiero que ellos conozcan el proceso de toma de decisiones y cómo trabaja".
Al discutir su política exterior, Bush repitió que no permitirá que las fuerzas militares norteamericanas se involucren en lo que llamó la "construcción de una nación" -convertir países en democracias estables- porque las distraería de su misión principal. Esa sería una diferencia fundamental con las propuestas del vicepresidente Al Gore, quien en varias ocasiones recordó la ayuda norteamericana en la reconstrucción de Japón y Alemania tras la Segunda Guerra Mundial.
Otro dormitorio
CRAWFORD, Texas (The New York Times).- Mientras frente a la Casa Blanca hubo ayer un ensayo general de la ceremonia del sábado, el presidente electo, George W. Bush, juró "permanecer en contacto con la realidad", invitando con frecuencia a amigos de Texas a su nueva residencia, un ambiente que ya conoce bien por los cuatro años en los que fue ocupada por sus padres.
George Bush padre y su esposa, Bárbara, dormirán allí el sábado por la noche, aunque Bush aclaró que no en el dormitorio en que acostumbraban. Más tarde se emocionó al señalar que él será el primer presidente desde Kennedy que cuenta con la presencia de su padre en la asunción.
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